Profetas, Visionarios Y SoñadoresMuestra

Volvamos a soñar 

¿Cuándo fue la última vez que te atreviste a soñar? 

¿Cuándo fue la última vez que tu sueño te mantuvo despierto por las noches? 

Durante más o menos una década, mi esposa Lucy y yo teníamos en nuestro corazón el sueño de edificar la iglesia en América Latina. Era algo que anhelábamos profundamente y un sueño que sabíamos que Dios había puesto en nuestros corazones. Pero con cada año que pasaba, parecía cada vez más lejano el momento cuando lo veríamos cumplirse. Hasta que llegó el día y hoy somos parte de aquello que hace tiempo habíamos soñado. 

Amigo, quiero recordarte que los tiempos de Dios son perfectos. Y todo sueño viene acompañado de un proceso detrás de escena. 

En Génesis 37, leemos la historia de José, quien fue conocido como un soñador. Cuando José contó a sus hermanos el sueño que había tenido, ellos lo odiaron y rechazaron. Pero no por eso José dejó de soñar. Y fue luego de haber sido traicionado y vendido por sus hermanos, de haber sido acusado y enviado a la cárcel injustamente que José logró ver su sueño cumplirse. 

Un soñador nunca deja de soñar, no baja los brazos ni tira la toalla. Y si en el día de hoy todavía tienes aire en tus pulmones, es porque Dios aún no ha terminado contigo. 

No dejes que el tiempo apague la llama, no dejes que el proceso ni la espera te desanimen. ¡Mantén el sueño vivo! 

La escritura dice en Hechos 2:17-18 “Sus hijos e hijas profetizarán.

 Sus jóvenes tendrán visiones,

 y sus ancianos tendrán sueños.

 En esos días derramaré mi Espíritu

 aun sobre mis siervos—hombres y mujeres por igual—

 y profetizarán”. 

Los sueños no solamente son para los jóvenes. Para que los jóvenes tengan visión, los ancianos deben seguir soñando. Para que la próxima generación pueda tener sueños, visiones y pueda profetizar, nosotros debemos seguir soñando.

Sin importar tu edad, el estado de tu cuenta bancaria, o que tus planes no hayan salido como esperabas, vuelve a soñar. ¡Dios no se ha olvidado de ti y no ha terminado contigo! 

Dios tiene planes y propósitos para cada uno de nosotros, no dejemos que la tormenta anule nuestra habilidad de soñar. 

Somos profetas, visionarios y soñadores porque el Espíritu Santo nos empodera. Y la profecía, las visiones y los sueños son una evidencia de que el reino de Dios está en medio de nosotros.

¡Mientras haya aire en nuestros pulmones, hay esperanza para nuestro futuro!

Oración: Señor te doy gracias porque tú quieres involucrarnos en lo que estás haciendo en este mundo. Desafía nuestra forma limitada de pensar, ayúdanos a desaprender para aprender todo lo nuevo que tienes para nosotros y llévanos a nuevos niveles de fe. En el nombre de Jesús, amén.