Nuestro RefugioMuestra

Jesús mandó a los discípulos predicar el evangelio sabiendo del riesgo al que se enfrentarían en este mundo, bien sabia que los enviaba en medio de lobos, Pero Jesús no fue un mal maestro, Jesús no estaba preocupado por lo que ellos tendrían que soportar, o enfrentar; sabia, en efecto, que no se sería una situación tranquila o siempre en paz, pero si sabía perfectamente que sería Él mismo quien los fortalecería y sustentaría. Los discípulos al apartarse físicamente de Jesús, no estaban separándose del refugio espiritual, Dios estría con ellos y todos los demás evangelistas por el resto de los siglos, jamás dejaremos de estar en ese refugio mientras nuestra vida esté consagrada al Señor, Dios jamás nos echa fuera (versículo) al contrario, es, por decirlo de algún modo, un refugio 24/7 donde nada nos hará falta, donde encontraremos esas piezas espirituales que nos harán completos en Jesús y sólo en Él