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Pedro, ¿Me amas?
Cuando Jesús resucita se aparece a algunos de sus discípulos en el mar de Galilea donde habían estado pescando toda la noche sin conseguir nada y les dijo que echaran la red a la derecha, y al hacerlo no la podían sacar de la gran cantidad de peces. Así que Juan reconoció a Jesús y gritó: “Es el Señor”, así que todos corrieron a Jesús, menos Pedro, él se puso su ropa, se botó al agua, se ocupó de la pesca y fue el último en llegar. Su conciencia lo acusaba y no podía mirarlo a los ojos después de haberlo negado.
Luego de haber cenado, Jesús le pregunta a Pedro: “Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas” Juan 21:15-17.
Al leer el texto es probable que no entiendas, por qué Jesús le repetía la pregunta por tres veces, pero en el griego si es más fácil entenderlo, pues hay varias palabras para amor, de las cuales dos de ellas se utilizan en este texto: “fileos” y “ágape”. “Fileos” es el amor que tenemos por la familia, por los hermanos, por los seres que más amamos. Pero “ágape” es el amor incondicional, es la devoción que Dios espera que el hombre tenga por Él, con toda su mente y voluntad, por eso se dice que es como el amor de Dios, que nos ama incondicionalmente, nos ama a pesar de lo que somos o hacemos.
Entonces, entendiendo el texto, la pregunta que Jesús le hizo a Pedro la primera vez fue: ¿Pedro, “ágape”, me amas incondicionalmente? Así que él dice: “Señor tú sabes que “fileos”. Así que cuando Jesús le pregunta por tercera vez, le dice: ¿Pedro, “fileos”? Pedro se entristeció y le dijo: “Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que “fileos”, y es ahí que Jesús le dice: “Apacienta mis ovejas”. ¡Pedro tuvo otra oportunidad!
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Estás al borde del abismo y sin esperanza porque echaste a perder el plan de Dios para tu vida? Si sabes que eres 100 % culpable, estás lamentándote por tu condición y quizá preguntando: ¿Habrá una segunda oportunidad para mí, en la economía, en la familia o en la fe? Debes saber que Dios ha escuchado tu clamor y Él tiene para ti otra oportunidad.
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Nos gustaría agradecer a Pastores Ricardo y María Patricia Rodríguez por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://avivamiento.com/