Viviendo Sin PrisaMuestra

Disfruta donde estás, mientras llegas a dónde vas.

Quizá hoy no estas donde quisieras estar, pero quiero animarte a que disfrutes tu camino estás justo donde debes estar, aprendiendo las lecciones que te llevarán al futuro que anhelas y deseas alcanzar para cumplir tu llamado y propósito, este tiempo que estás atravesando actualmente va a servirte para que adquieras todas las herramientas necesarias para el futuro, es como si aquí y ahora estuvieras adquiriendo tu armadura para enfrentarte a los retos del mañana, así que por eso quiero animarte e invitarte a que abras los ojos en estos tiempos para que aprendas todo lo necesario, no dejes pasar ni un solo día en tu aprendizaje porque te aseguro que un día mientras ministres sobre la vida de alguien más recordaras estos días, de las temporadas más difíciles que atravesemos obtendremos invaluables enseñanzas y un día se convertirán en historias de inspiración y éxito para alguien más.

Hoy tuve una de esas conversaciones con una amiga que hace tiempo no tenía, ella fue mi mentora cuando ingrese a mi trabajo actual y tengo un aprecio y admiración muy especial por ella pues transmite una paz poco usual en el ámbito laboral, es una mujer de 40 años que hasta donde había entendido disfrutaba tanto su soltería y viajar por el mundo, además de dedicar parte de su tiempo al ejercicio que no tenía intenciones de casarse algún día, de hecho ella era mi idea perfecta de la soltería y su vida me inspiraba a no sentir temor o incertidumbre de mi soltería, el punto es que en esta conversación me sorprendió y me dio un giro de 360 grados pues me compartió que durante la pandemia habían cambiado muchas cosas en su mente y las palabras con las que atrajo mi atención fueron “La vida cambia tan rápido, incluso cuando ni siquiera lo planeas” y obviamente me removió los pensamientos y de inmediato le pedí que me explicara por qué lo decía, me contó que se casó y la noticia les juro que me lleno de alegría y su tono de voz me lleno de ánimo y gozo, ella dijo “no cabe duda que cuando las cosas son para ti, llegan sin forzar nada” su ahora esposo fue su compañero de secundaria y se perdieron el rastro muchos años, sin embargo mientras ella estaba enfocada trabajando con excelencia y dedicación, disfrutando del fruto de su trabajo y profesión, viajando por el mundo y sin ir de prisa, todo se acomodaba para su destino. Quizá ella no es Cristiana, pero lo que aprendí de ella hoy fue a disfrutar donde me encuentro,  no importa el caminar del tiempo, pues para nosotros los que confiamos en Dios con mayor razón sabemos que hay un plan y que en Dios todo obra para bien, su historia ha sido una inspiración en este tiempo para mí porque ha dejado en mí la libertad de disfrutar mi caminar, de disfrutar del paisaje que hoy tengo, del presente, sabiendo que Dios ya prepara y construye mi futuro, algo es cierto para nosotros como hijos de Dios el destino no es incierto, Dios no ilusiona Él cumple sus promesas.

¿Qué es lo que Dios te ha prometido? Un hijo, un esposo (a), una familia feliz, un matrimonio estable, una restauración familiar, un llamado, una carrera, un trabajo. Cualquier cosa que Dios ha prometido a tu vida va a tener un grado de paciencia mientras esperamos, pero hoy quiero animarte a esperar con gozo sabiendo que Dios no miente y no se arrepiente, debes tener la confianza y la certeza de que lo que prometió tus ojos van a verlo. ¡Confía! Fiel es el que hizo la promesa.