Viviendo Sin PrisaMuestra

Todo tiene su tiempo bajo el cielo. 

Muchas veces hemos leído e incluso dicho que los tiempos de Dios son perfectos y confiamos en que a su debido momento las cosas sucederán. La espera puede resultar muy complicada cuando nuestros contextos sociales nos influyen y nos bombardean con la rapidez en que las cosas deben suceder, estamos tan expuestos y hemos sido entrenados para que todo lo obtengamos muy rápido, vivimos una era en la que saber que paso del otro lado del mundo demora unos pocos segundos, hemos creado redes de información tan buenas que podemos conocer todas las cosas de manera inmediata, recibimos mensajes de texto en cuestión de segundos, una llamada en tiempo real con alguien que está al otro lado de la esfera y eso solo nos ha alimentado la sensación de no entrar en desesperación por saber y conocer que sucede en nuestro volátil mundo. 

Pero las cosas con Dios no funcionan como lo hace este mundo, para que Dios pueda darte algo primero debe prepararte y producir en ti paciencia, esa paciencia desarrollada es lo que te hará valorar realmente sus promesas y sus bendiciones. Cada cosa que Dios tiene preparada para ti va a llegar cuando estés listo, cuando la pueda entregar en tus manos y seas capaz de hacerlo producir y fructificar. No tengas temor porque el paso del tiempo va rápido o lento, Dios no tiene un reloj como el tuyo y el mío que marcan tiempos terrenales, él dirige la eternidad desde el principio y hasta el fin.

NO te desanimes si aún no ves el cumplimiento de los anhelos de tu corazón, van a suceder una vez que se alineen a la voluntad de Dios y tu corazón haya sido dotado de lo necesario para que sea una bendición en tu vida, ya están en camino para ti y no debes detenerte a esperar a que sucedan, avanza y te alcanzaran esas bendiciones, avanza sin mirar lo natural y te encontrarán justo cuando la manecilla del tiempo perfecto llegue al punto correcto.