Un mejor caminoMuestra

La despejada búsqueda de Su misión

¿Alguna vez has sentido que te jalan en miles de direcciones por las constantes exigencias de tu vida? Algunas veces parece que tenemos más responsabilidades que el tiempo para realizarlas, y esto nos deja agotados e inquietos.

Pero, ¿y si hay un mejor camino? 

Jesús estaba muy enfocado en Su misión, buscar y salvar a los perdidos, pero Él nunca estuvo apresurado, abrumado, o distraído. Entonces, si estamos llamados a seguir a Jesús, tiene sentido que nuestras vidas reflejen Sus prioridades y Su ritmo. 

Podemos aprender muchas cosas sobre cómo Jesús llevó a cabo en Marcos capítulo dos. Esto describe a Jesús caminando, sin afán, pero caminando hasta que Se encuentra con un recaudador de impuesto llamado Leví. 

La mayoría de la gente rechazaba y despreciaba a Leví por su ocupación. Él probablemente engañó a las personas por el dinero y era descrito cómo ''corrupto''. Jesús pensaba diferente.  

Jesús invitó a Leví a seguirlo. Ellos caminan a la casa de Leví, donde Jesús come con algunos conocidos pecadores y recaudadores de impuestos. Los fariseos, líderes religiosos de esos día, estaban furiosos. 

Ellos no entendían porqué Jesús comería con pecadores, y Él solo respondió: 

… ''No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos. Y yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores"Marcos 2:17 NVI.

Jesús fue claro sobre para qué vino y para qué no lo. Jesús no vino para calmar a los líderes religiosos. Vino para curar a los heridos, a los perdidos, y a los quebrantados. 

¿Qué podemos aprender de Él mediante este pequeño pasaje?  

1. Jesús vino para buscar al perdido. Si seguimos a Jesús, estamos llamados a hacer lo que Él hizo y a amar a los que Él amó. La pregunta es: ¿Te haces tiempo para buscar al perdido? Y si no, ¿cómo puedes hacer para que sea tu prioridad?  
2. Jesús nunca se afanó. Mira que Jesús estaba caminando cuando llamó a Leví. No corriendo. No afanado. Caminando. Entonces, si seguimos a Jesús, es razonable que nuestro ritmo coincida con el de Él. Al pensar en tu vida, ¿la describes como ajetreada o no? ¿Cómo podrías reducir la velocidad de tus pasos para seguir verdaderamente los pasos de Jesús?  
3. Jesús no permitió que la opinión de los demás interrumpiera Su obediencia Cuando los fariseos lo criticaban, Él no se puso a la defensiva o enojado. Él fue claro y firme sobre para qué vino. Se mantuvo conectado con Su misión a pesar de las preguntas de la gente. Entonces, ¿estamos permitiendo que la opinión de los demás sea más importante que la obediencia a Dios?  
4. Jesús dedicó Su tiempo con los demás y les dio un lugar en su mesa. Vemos a Jesús enseñando y comiendo con varias personas a lo largo de Su ministerio. Él prioriza a la comunidad. ¿Lo hacemos? o ¿Le hemos permitido a nuestra independencia ser más importante que nuestro servicio? 

No tenemos que vivir en perpetuo estrés o preocupación. En su lugar, podemos escoger, como Jesús, permanecer en una búsqueda despejada de Su misión. Podemos deshacernos de las distracciones y dedicar nuestro tiempo a acciones que nos permitan amar a Dios y amar a otros. 

Oración: Dios, ayúdame a priorizar las cosas que has venido a destacar. Elimina todas las distracciones que me agobian y me alejan de lo más que importa. Muéstrame cómo vivir en una búsqueda despejada de Tú misión. En el nombre de Jesús, amén. 

Práctica: Piensa en formas en las que puedes servir a otros esta semana. Luego, ¡ve a hacerlo!