Amor, Gracia y enemigos

Por Danny Saavedra  

“Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.” Romanos 5:8 (NTV)

 “Te amo, aun cuando estoy enojado contigo”. “Tu eres mi mejor amigo en el mundo aun cuando me molestas”. Estas son las cosas que le digo a mi hijo después de disciplinarlo. Yo quiero asegurarle constantemente que mi amor no depende de su desempeño. Incluso si no estoy de acuerdo o no apruebo su comportamiento, incluso si estoy enojado con él por tomar malas decisiones, todavía lo amo con todo mi corazón porque él es mi hijo. 

¿No es sorprendente pensar que así es exactamente como el Señor nos ve? Él nos ama, incluso cuando nos quedamos cortos. Su misericordia se extiende más allá de nuestra naturaleza pecaminosa. Su amor por sus hijos no depende de las obras, sino de la gracia que Él da gratuitamente.

Pero no se detiene ahí. Verá, el Señor no solo nos ama cuando nos convertimos en Sus hijos. Según Romanos 5, Cristo murió por nosotros mientras éramos impotentes e impíos (Romanos 5: 6), todavía esclavizados al pecado (Romanos 5: 8) y enemigos de Dios (Romanos 5:10). Es interesante y, francamente, un poco impactante leer eso. No creo que haya habido un momento en el que me haya considerado enemigo de Dios, pero eso es lo que nos hace nuestro pecado. Nos pone en desacuerdo con la bondad, la belleza y la perfección del Señor. Y este es el escándalo de la gracia aquí mismo, amigos: mientras todavía estábamos en nuestro estado de pecado, el Jesús perfecto y sin pecado murió por nosotros en nuestro lugar. Él tomó nuestro pecado sobre sí mismo; Nos extendió Su amor y nos invitó a ser Sus amigos.

John Gill lo expresó de esta manera: “Para la ilustración adicional del amor de Dios expresado a los pecadores. . . se toma nota del estado y la condición en que se encontraban los elegidos de Dios cuando Cristo murió por ellos. . . ellos "eran enemigos" de Dios; a su ser, perfecciones, propósitos y providencias. . . a Cristo, a su persona, oficios, gracia y justicia. . . sin el poder y la gracia de Dios ". Esta gracia se muestra maravillosamente a través de la reconciliación de todas y cada una de las personas que creen.

No nos condenó a muerte, que merecemos, ni nos dejó en nuestro estado de ruina. Él sabía que nunca podríamos ganar o lograr la redención, ¡así que nos trajo la redención! Como destinatarios de Su gracia, oro todos los días para que también podamos ser embajadores efectivos y auténticos de Su gracia. ¡Oro para que podamos ayudar a otros a recibir Su gracia y caminar en Su amor!

Profundiza: Lee Romanos 5: 1-21

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