[Grande versos] La obra de Cristo dentro de tiMuestra
El fruto del Espíritu
El fruto del Espíritu es tan convincente. Todo el mundo quiere estos atributos, y especialmente queremos estos atributos en las personas con las que vivimos o trabajamos. Es lógico que el amor encabece la lista, porque el amor es el rasgo más importante de todos.
Este amor incluye el amor a Dios y el amor a las personas. Es un amor apasionado, sincero y totalmente obediente a Dios. Es un amor desinteresado, sacrificado y centrado en las demás personas.
El gozo es la profunda sensación de bienestar y satisfacción interior que existe, independientemente de nuestras circunstancias.
La paz es la liberación del alma de la preocupación y el miedo, de la culpa y la vergüenza, de la envidia y los celos, de todo lo que nos molesta.
La paciencia significa que no estamos de mal humor, no nos irritamos fácilmente, ni es difícil convivir con nosotros.
La benignidad es la palabra alentadora, la mano amiga o la sonrisa cálida que ofrecemos.
La bondad es el amor en acción. Incluye la generosidad de espíritu y el deseo de ayudar y bendecir a la gente.
La fidelidad significa que somos fiables, seguros y dignos de confianza. Nuestras palabras son verdaderas. Cumplimos nuestras promesas. Hacemos lo que decimos.
La mansedumbre significa que nunca somos arrogantes o altivos, nunca duros o abrasivos, nunca exigentes o bruscos. La persona gentil es siempre paciente y amable.
El autocontrol simplemente significa que no tenemos ningún área de nuestra vida fuera de control: ni el dinero, ni la comida, ni la bebida, ni el sexo, ni las palabras, ni el trabajo. No hay ninguna adicción que pueda paralizar nuestra alma.
Este es el fruto del Espíritu: nueve rasgos convincentes que todos quieren y pocos tienen. Nadie ha modelado estos rasgos como lo hizo Jesús. De hecho, podríamos poner su nombre en el versículo: Cristo es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y autocontrol.
Una última reflexión: no podemos fabricar estos atributos en nuestras vidas. No podemos obtenerlos esforzándonos. No, este es el fruto del Espíritu. Sólo el Espíritu produce este conjunto de vida como la de Cristo en nosotros. Nos rendimos, dependemos y obedecemos al Espíritu, y él nos transforma. Lenta, constante y seguramente, el Espíritu produce el fruto.
Escrituras
Acerca de este Plan
En este plan aprenderás importantes principios enseñados por el Apóstol Pablo a los creyentes de Galacia. Estos creyentes tenían algunos problemas de identidad debido a las influencias extrañas que estaban enfrentando. Por lo tanto, el Apóstol Pablo les recordó quiénes eran en Cristo y su obra en sus vidas. ¡No te lo pierdas!
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Nos gustaría agradecer a Jeff Wells, en colaboración con El Centro Network, por proporcionar este plan. Para más información, visita la página web: www.jeffhwells.com y http://elcentronetwork.com