[Grande versos] La obra de Cristo dentro de tiMuestra

¿Puedes verte a ti mismo de esta manera?

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

¿Es así como te ves a ti mismo? Lee estas cuatro afirmaciones como referidas a ti: He sido crucificado con Cristo. Ya no soy yo quien vive. Cristo vive en mí. Cristo me amó y se entregó por mí.

Si tú has confiado en Cristo como Salvador, estas cuatro cosas son verdaderas para ti. Tú has sido crucificado con Cristo. No, tú no fuiste colgado físicamente en una cruz. No, tú no experimentaste el dolor físico abrasador. Pero, sin embargo, en un sentido espiritual, fuiste crucificado con Cristo. El viejo tú murió y despejó el camino para que te convirtieras en una nueva persona. Ese eres tú: una nueva creación.

Además, ya no se trata de ti; no eres el centro de tu vida. No eres el héroe. No es tu fuerza ni tu poder lo que importa. Tu vida no se trata de tus sueños, tus deseos, tu realización, tu comodidad o tu felicidad. Ya no vives tú.

Más bien, tu vida es Cristo. Él vive en ti y a través de ti. Él es tu fuerza y tu poder. Él es el centro de todo. Él es el héroe. Tú le perteneces y él está más cerca. Él no está distante; él está en ti y vive en ti. Todo gira en torno a Jesús.

Vives por la fe en el Hijo de Dios, que te amó y se entregó por ti. No es sólo que Jesús sea amoroso, que ame a la gente en general y que ame a personas como Pablo, Juan, la Madre Teresa y Billy Graham. Es más que eso. Jesús te ama. Te ama personal, íntima, emocional e intensamente. A ti.

¿Te ves así? Querido amigo, es muy importante que te veas así. Este es quien eres, es tu verdadera identidad.