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Aprendiendo a superar la ansiedad

DÍA 7 DE 8

La paz es uno de los opuestos de la ansiedad. Y Dios ha provisto una fuente de paz inacabable. La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo (Juan 14:27).

La paz de Cristo en el corazón nos hace enfrentar la vida con una fuerza inimaginable. Esa paz suya es la que permite que los suyos, en necesidades, angustias, incertidumbres y ataques, estén en paz. La paz no elimina el mal, pero quien tiene la paz de Cristo lo enfrenta de manera diferente a quien no la tiene.

El llamado es, entonces, a depender de Dios y llevar en oración delante de Él nuestros problemas y preocupaciones, a fin de experimentar su paz: “Por nada estéis afanosos, si no sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:6-7). En ese sentido, necesitamos aprender a pensar más en Cristo y no en nuestros problemas y afanes, tal como lo expresa, Isaías 26:3: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”.

En el Nuevo Testamento la paz se presenta como una condición que brota como fruto de la relación con Dios, y no como una resultante de factores externos. La paz del mundo depende del juego de las circunstancias (políticas, sociales, económicas, etc.); pero la paz de Dios, no está sujeta a lo que ocurra en el entorno. La paz de Dios es un fruto del Espíritu Santo. Esta “paz de Dios sobrepasa (sobrepuja) todo entendimiento, y guarda nuestros corazones y nuestro entendimiento (mente) en Cristo Jesús…” (Filipenses 4:7-8).

En el idioma hebreo la palabra paz es shalom, y significa un estado de bienestar, de plenitud, un estar completo. Shalom está relacionada con la integridad, en su acepción de complitud y totalidad; de ser entero y no dividido. Por eso es que cuando nos afanamos y llenamos de ansiedad perdemos el Shalom, pues nuestra mente se divide. Por otra parte, este tipo de paz requiere disposición para recibirla de Dios, y la actitud adecuada para asumirla, pues, shalom no indica una armonía pasiva o la mera ausencia de conflicto, sino una actitud que es activamente buena. Se requiere perseverar con el pensamiento en el Señor (Isaías 26:3). 



Escrituras

Día 6Día 8

Acerca de este Plan

Aprendiendo a superar la ansiedad

La palabra ansiedad del griego merimna, de meiro (dividir) y noos (mente), indica distracciones, cargas y preocupaciones. Significa estar ansioso anticipadamente acerca de la vida diaria. Esta palabra describe a una persona que tiene la mente dividida. Significa ser atraído o estirado en diferentes direcciones. En ocasiones podemos experimentar ansiedad generalizada, y vivir con angustia e intranquilidad. Pero en Dios tenemos la solución a la ansiedad.

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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/