Pienso en TiMuestra

Es por tu poder

Hazlo otra vez, Todopoderoso 

Hazlo otra vez

Con tu gran poder, Todopoderoso 

Hazlo otra vez.

Muchos seres buscan el poder, pues con ese poder pueden alcanzar lo que anhelan en su vida. Pero ¿cuál es el fin de ese poder de los hombres? La respuesta nos lleva a ver personas vacías y ambiciosas que nunca son saciadas y que temen, cada día de sus vidas, perder lo que alcanzaron. Es como entrar a un callejón sin salida, es una pesadilla, un mal sueño del cual debemos despertar, así estábamos en el pasado sin Cristo.

Con Cristo hemos despertado de ese letargo en el que nos hallábamos, él lo ha hecho con su poder, poder que nos dio la victoria. Dios ha desplegado su poder y lo ha entregado por medio de su Hijo el Señor Jesucristo. Al recibirlo en nuestros corazones, su poder nos ha sido trasferido y nuestra meta es expresarlo en nuestra vida para que otros puedan verlo y anhelarlo. Entonces, su poder se manifiesta en cada hijo de Dios cuando realiza su asignación y emplea los dones con los cuales ha sido equipado. 

Él es todopoderoso, con su gran poder nos ha llamado a una causa eterna para que la fe de ustedes no dependa de la sabiduría humana, sino del poder de Dios. Es necesario morir al conocimiento de hombres y abrir los ojos del entendimiento para ver su gloria y majestad. Todo su poder se expresa cada día, me sostiene y activa para que otros vean lo que hizo por mí, asimismo lo hará por otros.

A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación. Es contundente lo que el Apóstol Pablo expresa, las buenas nuevas, son noticias extraordinarias de su poder y amor.  Que todos nuestros días cuenten para sumar en la edificación de la iglesia, tenemos las herramientas para ayudarnos unos a otros.

Es por tu poder que nos has dado vida eterna, tu sangre nos limpió y puso fin a la naturaleza de pecado. Gracias a tu entrega, ya todo está cancelado, la victoria fue lograda por tu poder, ahora nos has sentado en lugares celestiales juntamente contigo. 

¿Qué te detiene para manifestar el poder de Dios en tu vida? Oro para que el poder del todopoderoso sea una realidad en ti, que puedas hablar con tus acciones a otros y que seas poderoso en el conocimiento del carácter de Cristo. Así todos querrán tener ese poder, pues se trata de él.