[Grandes Versos] Gente Que Cree en Un Gran CristoMuestra

Transforma tu obra en adoración

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.

Sea cual sea tu trabajo, da lo mejor de ti. Da el cien por ciento. Sé el mejor maestro, ingeniero, hombre de negocios, piloto, ama de casa, jardinero, músico, atleta o estudiante que puedas ser. No hagas las cosas a medias. Esto honra a Cristo.

Un mes antes de ser asesinado, el Dr. Martin Luther King Jr. dijo esto a los trabajadores de saneamiento en Memphis: 

Toda mano de obra tiene valor. Si eres un barrendero callejero, barre las calles como Miguel Ángel pintó cuadros. Barre las calles de la forma en que Beethoven compuso la música. Barre las calles como Shakespeare escribió poesía. Barre las calles de una manera tan profunda que el Anfitrión del Cielo dirá: “Ahí va un gran barredor de calles”.

Además, no solo haz lo mejor que puedas, sino que hazlo para el Señor. Cuando se trata de trabajo, este es el principio que debe dirigir nuestra vida. Tú no trabajas para el jefe, tu supervisor, el gerente, tus compañeros de trabajo, tus clientes, los accionistas, tampoco para recibir un cheque de pago o para tener una jubilación digna. No, trabajas para el Señor.

En la película clásica Chariots of Fire (Carros de fuego), que se basa en una historia real, hay un gran contraste entre dos atletas de velocidad, corredores de 100 metros. Harold Abrahams reflexionó antes de la final olímpica en esta categoría: «Tengo diez segundos para justificar toda mi existencia». Claramente, Abrahams sintió una enorme presión para demostrar que era alguien.

Por el contrario, cuando Eric Liddell, un devoto seguidor de Cristo, estaba hablando sobre su carrera de atleta con su hermana Jenny, él le comenta de manera alegre: «Dios me hizo veloz. Cuando corro, siento que es un placer». Liddell comprendió lo que significaba hacer su trabajo, incluido el trabajo de atleta, pues todo era para el Señor.

Cualquiera que sea nuestro trabajo, ya sea el trabajo de un atleta o el trabajo de un ingeniero, ya sea trabajo de mantenimiento del patio de la casa o realizar tu tarea escolar, en cualquier forma de trabajo, hazlo para el Señor. Cuando trabajas para el Señor, eso transforma tu trabajo en adoración.