[Grandes Versos] Gente Que Cree en Un Gran CristoMuestra

Gracias Dios por tu perdón

Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz.

Cuando Dios nos salva, él nos da vida espiritual. Él toma a una persona que está espiritualmente muerta y le permite vivir una vida en Dios. En el corazón de esta salvación que da vida está el perdón: «Habiéndonos perdonado todas nuestras ofensas».

«Todas nuestras ofensas». Es una expresión fuerte. Incluye todo pensamiento, palabra y hecho que es desagradable para Dios como: transgresiones pasadas, ofensas presentes y futuras; esto incluye todas nuestras ofensas. ¿Qué hizo Cristo con todos esos pecados? Pagó por ellos con su propia muerte. Canceló el registro de deudas que se oponía a nosotros clavándolo en la cruz.

En el Imperio Romano, cuando tenías una deuda financiera y se pagaba, el registro de tu deuda era cancelado. Eso es lo que Jesús hizo con nuestra deuda por el pecado: él lo pagó en su totalidad y canceló el registro de la deuda. Dios nos dice que Cristo clavó esa deuda en la cruz. Todos tus pecados están escritos en un libro grande y Cristo ya los clavó en la cruz, cancelando la deuda y pagando por ello con su sangre. Si nos revolcamos en culpa y autoflagelación por los pecados que Cristo ya pagó, despreciamos el sacrificio de Cristo. Desechamos lo que hizo por nosotros. 

Hace unos años, en un día lluvioso y frío de febrero, una limusina que viajaba por una autopista de Nueva Jersey tenía una llanta pinchada. El conductor de la limusina salió a cambiar el neumático, sólo para descubrir que el repuesto estaba también sin aire. Antes de poder llamar al servicio de carreteras, se detuvo un hombre en una camioneta y se ofreció a ayudar. Entre el equipo de su camión había un tanque de aire. Cuando el hombre y el conductor terminaron, la ventana del coche se deslizó hacia abajo y el hombre se sorprendió al ver a Donald Trump sentado dentro. «Fue muy amable de tu parte parar y ayudar», dijo Trump. «¿Qué puedo hacer para darte las gracias?». El hombre pensó por un momento y dijo: «Mañana es el Día de San Valentín. Mi esposa tendría una gran sorpresa al recibir una docena de rosas de parte suya». Trump estuvo de acuerdo y se fue. Al día siguiente, un mensajero llegó con una caja. En el interior había dos docenas de rosas y una nota:

«Feliz Día de San Valentín de un amigo de su marido.  

Donald Trump

P.D. Gracias por ayudarnos. Por cierto, pagué su hipoteca».

Si alguien paga tu hipoteca, estás libre de la deuda. No haces nada para ganarlo o devolverlo. Simplemente dices: «Gracias». Del mismo modo, si la deuda del pecado se paga por ti, estás libre de la deuda. No haces nada para ganarla o pagarla. Simplemente dices; «Gracias».