CuarentenaMuestra

A quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. (Hechos 1:3)

Cristo se hace presente en nuestro día a día, pero se presenta vivo y con pruebas indubitables.

No fue nada fácil para los apóstoles de Jesucristo transitar esos días luego de su muerte y su posterior ascensión. 

Vivían días difíciles, momentos de persecución, tortura, eran encarcelados y hasta la muerte. Ver a Jesús en esos momentos duros era un verdadero refrigerio para el alma.

Jesucristo está dispuesto a darnos días buenos. Hay quienes creen que al recibir a Cristo, esto se traslada automáticamente a su cuenta bancaria, y cuando esto no sucede viene la frustración.

Si tienes el privilegio de tener un buen pasar económico dale gracias Dios por eso, pero si no te toca aun agradécele también.

Su mayor propósito es conocerlo a Él y que viva en nosotros para darnos descanso en el peregrinaje de la vida.