Su Espíritu en NosotrosMuestra

 Un Espíritu de Dominio Propio

Sin duda alguna una de las cosas más difíciles de controlar somos nosotros mismos, nuestros deseos, emociones y acciones. La naturaleza del ser humano ha sido de pecado, la naturaleza de la carne busca siempre complacer los deseos de la carne que estos se oponen por completo al Espíritu. 

Dios es santo y esa es su naturaleza. En él no hay pecado, no hay maldad ni cosa semejante. Como hijos de Dios debemos parecernos a nuestro Padre, debemos buscar ser participes de esa misma naturaleza. Somos llamados a vivir en santidad, apartados de todo lo que nos pueda alejar de Dios. La naturaleza humana es una naturaleza pecaminosa, si vivimos según los deseos de la carne no podremos agradar a Dios, en cambio, si vivimos por el Espíritu él nos conducirá a hacer todo aquello que agrada a Dios. Cada día enfrentamos situaciones donde tomamos decisiones y quiero que sepas que no con todas ellas agradamos a Dios. Llega un momento donde debemos decidir en hacer lo correcto o no,  hacer lo que le agrada a Dios o no, en hacer lo que nosotros queremos o hacer lo que Dios quiere, en practicar la verdad o la mentira y muchísimas decisiones más. Sin duda que a veces hacemos bien y en otras no.

Dios ha dado su Espíritu para actuar bajo el dominio propio y vivir apartados del pecado. Quiero pienses por un momento ¿Qué malos hábitos es necesario que te apartes? ¿Qué pecado debes dejar de practicar? ¿Con qué personas debes de dejar de relacionarte? No todas las personas que nos rodean son una buena influencia natural o espiritual y es por ello que debemos ser muy cuidadosos con quién nos relacionamos. Seguramente creerás que hacer todo esto por tu cuenta sería muy difícil, y en efecto; es por eso que se nos ha sido dado el Espíritu Santo para ejercer dominio propio para apartarnos de todo aquello que no agrade a Dios.

Como compartimos anteriormente, Jesús venció todas las tentaciones porque caminó influenciado por el Espíritu Santo, Satanás llegó para tentarle pero no pudo hacerle caer. Vendrán tentaciones a nuestras vidas con el propósito de hacernos caer y separarnos de Dios, pero gracias a Dios que tenemos al Espíritu Santo para vencer toda tentación.

Se necesita dominio propio para abstenernos pero también para cumplir con nuestras responsabilidades, para honrar, servir y agradar a Dios con lo que somos. Necesitamos tener dominio propio para darle el lugar y el tiempo que Dios merece. Nadie puede quitarte el tiempo más del que tú le permites, nadie puede decidir sobre el actuar de una persona más que ella misma. Así que para tener comunión con Dios necesitamos el dominio propio para mantenernos firmes en que nada ni nadie podrá ocupar el lugar de Dios en nuestras vidas.

Oración: Dios quiero agradecerte por tu Espíritu Santo en mí, gracias porque sé que me has dado autoridad sobre mí mismo.  No quiero vivir lejos de ti, sé que el pecado me separa de ti, por eso hoy pido que tu Espíritu Santo sea quien influencie mi vida para poder agradarte a ti en todas las cosas. Ayúdame a separarme de las cosas que no te agradan. Te pido que tu Espíritu Santo me guíe a poder darte el lugar que tú mereces, líbrame de caer en tentación y que pueda ejercer el dominio propio para agradarte a ti en todas las áreas de mi vida. En nombre de Jesús, ¡Amén!