La Hermosa Tarea De Ser MamáMuestra

Un amor incondicional. 

En el diseño que Dios tuvo para la mujer, estuvo considerado el privilegio de ser Madre. El regalo de procrear vida en el vientre es dado solo a las mujeres. Dios puso en ellas un corazón de amor infinito por sus hijos. Es ella quien refleja en la tierra el amor tan puro y desinteresado, como el que Dios tiene para nosotros, sus hijos. 

En cierta ocasión escuché a un señor que decía que ya anhelaba que su hijo naciera para poder conocerlo, y eso es algo que las madres no deben esperar, pues aún no nace su hijo y ellas ya lo conocen, saben qué posición para dormir  le incomoda  a su bebé, sabe si tiene frío, sabe si se espantó con un ruido porque brinca dentro del vientre. Desde antes de nacer comienza una conexión especial entre la madre y el hijo. 

La persona que primeramente provee de amor a los hijos es la mamá y con esto no quiero desmeritar el amor del papá, es solo que la mamá provee del calor, la protección y el cuidado más cercano al hijo a raíz de amamantarlo. Es generalmente en los brazos de mamá en donde él bebe la mayoría de veces conciliar el sueño. Y no importa la edad que se tenga, siempre que se tiene necesidad de un abrazo, por instinto se corre a los brazos de mamá. Un abrazo de ella es un golpe de calma que desahoga y trae paz en medio de la angustia.

Quienes han crecido con falta de amor de su madre, suelen ser adultos con dificultad para relacionarse y amar a otras personas. Dios diseñó la maternidad para proveer de amor a las siguientes generaciones. Que tan importante es tener amor en nuestras vidas que Dios dice en su palabra que debemos hacerlo todo con amor. Dios mismo es amor, así que podemos resaltar que las mamás son un regalo de  amor de parte de Dios para nuestras vidas. 

Hoy si tiene la oportunidad de abrazar a su mamá, hágalo. Retribuya el amor que ha recibido de su mamá y ámela de una forma incondicional, así como ella le ha amado aún desde antes de que usted naciera.