Edifica Una Vida Intencional: Comienza AhoraMuestra

Un propósito de vida contiene tres componentes clave: pasión, misión y visión.

Tu pasión es el cimiento de tu vida. Se relaciona con aquello en lo que has puesto tu corazón; aquello que te domina, te da energía y te impulsa. Es tu latido del corazón estratégico. Es tu propósito subyacente.

Para seguir con la metáfora del edificio, tu misión es la planta baja de tu vida. Se refiere a lo que debes hacer repetida, responsable y regularmente en la vida. Es tu mentalidad estratégica en el día a día. Transmite tu propósito ulterior.

Tu visión es la superestructura de tu vida. Está relacionada con el impacto, la diferencia y el cambio que vas a hacer en el mundo. Es tu estilo de vida estratégico. Diferencia tu propósito único dentro de tu propósito supremo.

Estas distinciones funcionan en un cierto orden. Por ejemplo, si haces de tu misión tu cimiento, acabarás siendo superficial y poco sólido. Necesitas los tres componentes, en el orden correcto, a fin de conseguir el propósito decisivo para tu vida.

Hazte estas preguntas:

-¿A quién busco para obtener amor, confianza y suficiencia? (Pasión)

-¿Cuáles son mis responsabilidades diarias? (Misión)

-¿Cómo puedo servir de forma personal a este mundo herido? (Visión)

Una vida con propósito, significativa e intencional requiere que tu corazón se involucre, que tu alma se comprometa y que tu mente se concentre en una pasión digna tras un excelente Objetivo: solamente Cristo.

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