Edifica Una Vida Intencional: Comienza AhoraMuestra

Todos necesitamos un propósito en la vida. Pero si nos apasiona un propósito erróneo, éste se convierte en una mera obsesión inútil.

Cualquier cosa que te preocupe revela tu obsesión. Las obsesiones sin control conducen al agotamiento, la ira, la depresión, los conflictos con los seres queridos, los conflictos éticos, los riesgos en las relaciones y, finalmente, a la desesperación.

Existe sólo una obsesión conveniente. Amar a Dios y vivir para Él en las diversas dimensiones de la vida jamás podría convertirse en una obsesión inapropiada. 

Nunca te equivocarás al amarlo a Él por encima de cualquier otra cosa.

Haz un rápido inventario de tu vida. ¿Amas a Dios y lo buscas? ¿Buscas darle gloria en todo lo que haces? ¿Qué te preocupa como tu obsesión actual? ¿En dónde has puesto tu corazón?

Una herramienta útil para el diagnóstico es examinar tu vida de oración (o la falta de ella). La ausencia de oración es una marca que indica que eres esclavo de las obsesiones mundanas. Si llevas a Dios todos los problemas que provienen de todas tus dimensiones, entonces Él sigue siendo Dios sobre todas esas áreas de tu vida.

No consultar primero a Dios en la oración revela, en cambio, un compromiso con uno mismo como solución a la vida. La fe en uno mismo no significa negarse a sí mismo (Mateo 16:24). El Yo interfiere cuando buscas amar, glorificar y servir a Dios como el único candidato digno para el propósito total de la vida.