Venga tu ReinoMuestra

ORACIÓN:

Dios, hoy quiero verte como realmente eres. Ayúdame a tener una correcta visión de ti.

LECTURA:

¡Espera! Ya sé lo que estás pensando: ¿no leí esto ayer? Pero hay dos grandes ideas en estos versículos, así que se han dividido en dos. Ayer se trataba de trabajar en lo que Dios ha trabajado. Hoy es sobre el papel del temor en nuestro crecimiento espiritual.

Aunque nos incomode esa idea, Pablo nos dice que debemos "ocuparnos de nuestra salvación con temor y temblor". Tendemos a descartar ese tipo de cosas en nuestra cultura pensando que es una religión de la vieja escuela. No queremos pensar en Dios como alguien a quien debemos temer, ¿verdad? ¿Cómo podría ser eso útil?

Bueno, imagina que estás en la playa con un niño pequeño. ¿Sería una buena idea simplemente señalar el océano y decir: "Ve a divertirte, yo me voy a tumbar aquí a hacer una siesta"? ¡Por supuesto que no!. Eso sería extremadamente irresponsable, ¿verdad? Llevarías al niño de la mano hasta donde las olas se estrellan contra la orilla. Le mostrarías la fuerza de las olas y le hablarías del flujo de las corrientes. Querrías que tuviera un sano nivel de respeto por el océano, porque es mucho más grande y poderoso que él. No querrías que se metiera sin tener idea a lo que se enfrenta, ¿verdad? Por otro lado, no querrías que se quedara abrazado al barandado de la playa por puro terror al océano. Les enseñarías a jugar, a chapotear y a divertirse en las olas, porque ése es el objetivo de ir a la playa. Cuando se trata de algo tan poderoso como el océano, hay un equilibrio adecuado entre el amor y el respeto.

De la misma manera, cuando la Biblia habla del temor de Dios, el punto no es que debamos estar aterrorizados acerca de Dios. Se trata de tener un sano respeto por el hecho de que Dios es mucho más grande y poderoso de lo que podemos comprender. Se trata de reconocer que, cuando acudimos a Dios, nosotros no llevamos la voz cantante. Él está más allá de nuestro control o manipulación: ¡es el todopoderoso Creador del universo! No podemos meterlo en el bolsillo y llevarlo como un amuleto de buena suerte. 

Pero saber esto no debe alejarnos de Dios. De hecho, es lo contrario. Cuando descubrimos un "temor" saludable a Dios, es mucho menos probable que tomemos Su amor a la ligera. Esto alimenta nuestro asombro y nos acerca a Él.

REFLEXIÓN:

Una parte esencial de la conexión con Dios es tener una visión correcta de quién es Él. Es fácil que nos familiaricemos tanto con Dios, como con un amigo cercano, que olvidemos su grandeza. 

Aquí tienes unas cuantas preguntas para reflexionar…

¿Ha sido tu visión de Dios demasiado pequeña? ¿Cuál ha sido la consecuencia de esa visión limitada? ¿En qué áreas sientes que puedes haber tomado a la ligera el amor de Dios? 

Pide a Dios que te dé un "temor" sano y útil hacia Él y que lo veas como el Dios inmenso y poderoso que realmente es. Luego agradécele el inmenso amor que le llevó a dejar de lado todo ese poder y a sufrir la muerte en la cruz para poder acogerte en una relación con Él.