La Búsqueda Mas GrandeMuestra
La rama y su recompensa
Jonathan Edwards, un famoso predicador y filósofo americano dijo una vez: «Existe una dependencia absoluta y universal de los redimidos hacia Dios. La naturaleza y artilugio de nuestra redención es tal, que los redimidos dependemos en todo directa, inmediata y completamente de Dios: dependemos de él para todo y dependemos de él de todas las formas posibles».
Hay tres grandes llamados de Cristo hacia cada uno de nosotros: acercarnos a él, seguirle a él y habitar en él, en su amor. Lo más importante que podemos hacer en nuestras vidas es habitar en Cristo. Cuando Jesús nos llama a acercarnos a él, nos está llamando a la salvación. Cuando nos acercamos a él, él nos llama a seguirle, a arriesgar todo por él. Cuando nos llama a habitar en él, nos está llamando a dar fruto. Jesús nos demanda que produzcamos fruto, dar fruto es algo que sucede como consecuencia de habitar en él.
¿Qué significa habitar en Cristo? Si bien Jesús no define lo que significa, podemos ver algunos factores esenciales. Uno de ellos es tener una conexión cercana con el Señor. Así como la rama está conectada a la vid, nosotros debemos estar cómoda e íntimamente conectados al Señor, cerrando cualquier brecha que nos divida o genere distancia de él. El pecado sin confesar, la falta de perdón, ofender a los demás y no enmendar las cosas, puede distanciarnos de Dios. La oración y la lectura de la Palabra de Dios profundizan nuestra relación con él.
El fundamento de habitar en Cristo genuinamente es una dependencia desesperada de la vida de Jesús en nosotros, para que podamos ser la vida de Jesús hacia afuera. Entendemos que lejos de él no podemos hacer nada. La rama depende completamente de la vid para vitalidad y sustento, lo que genera un rendimiento radical y una disponibilidad integral. Es que Jesús tenga la última palabra en nuestras vidas, entregando nuestra vida entera para los propósitos de Su Reino.
Cuando habitamos en Cristo, se nota en nuestra vida espiritual. Tenemos un fruto extraordinario; producimos mucho fruto. Permitimos que el Cristo que habita en nosotros se transforme en el Cristo que desborda de nosotros. Pasamos por una transformación emocional y nuestros deseos se transforman en los deseos del Señor. Nuestras oraciones son contestadas y Dios es glorificado. Nos transformamos en el «Factor Sorpresa» de Dios a un mundo de personas que no creen.
Cuando habitamos en él y en su amor, en obediencia, tenemos mayor intimidad con Dios. Podemos experimentar a Cristo de una forma única y extraordinaria cuando su amor se hace vivo en nosotros, y experimentamos el gozo más grande, puro y fuerte que existe.
Escrituras
Acerca de este Plan
Tal vez Juan 15 sea el capítulo más importante de la Biblia acerca de la vida espiritual. En este plan descubriremos que la vida se trata mayormente de la búsqueda de tres relaciones importantes: con Cristo, con los cristianos y con los no cristianos. También exploraremos cual es nuestra responsabilidad principal hacia cada una de estas relaciones y cómo llevar adelante, apasionadamente y con propósito, cada una de ellas.
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Nos gustaría agradecer a Grace School of Theology por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://gsot.edu/center