Emociones santas - Respuestas bíblicas para cada desafíoMuestra

Cada noche cuando el reloj da la media noche, usted no se transforma en una calabaza, sino que es el receptor de un don nuevo y flamante. Todos recibimos la misma cantidad de este regalo sin importar el peso, la edad, la educación, belleza, trabajo o estado civil. Cada vez que en la mañana se levanta, usted es el único propietario de 1440 de las más poderosas bendiciones jamás conocidas en la historia de la humanidad. Un segundo después de media noche, cada día de su vida, el cielo abre sus ventanas y le da 1440 minutos valiosos y sin estrenar para que los use. ¡Cómo use esos minutos es decisión enteramente suya! El tiempo es gratis, ¡pero es invaluable!

Usted puede chismear o puede adorar. Usted puede llenarse de ira o de gratitud. Usted puede trotar cinco kilómetros o ver televisión todo el día. Usted puede leer un libro o ir al centro comercial. Usted, y solo usted, puede escoger cómo invertirá este exuberante e inapreciable regalo. Usted puede escoger reír o llorar, quejarse o regocijarse, ser negativo o ser positivo, ser peor o ser mejor. Estas 1440 piezas de tiempo le pertenecen a usted y a nadie más. No son de su esposo o de su jefe o de sus hijos.

Es verdad que hay cosas que debemos hacer. La mayoría de nosotros debe trabajar, pero escogemos cómo hacerlo. Podemos ir a la oficina con los hombros caídos, llenos de angustia y negatividad, o podemos ir con un corazón alegre, una sólida ética de trabajo y orando por aquellos en nuestra oficina. Puede odiar cada minuto que está en el trabajo y desperdiciar el tiempo hablando de más con las chicas en la oficina, jugando juegos de computadora y saliendo cinco minutos antes de tiempo. O puede saber que Dios lo ha puesto en esa oficina para ser una bendición y para traer la excelencia y el carácter de Dios en su lugar de trabajo.

Es cierto, usted tiene que cuidar de sus padres, criar a sus hijos y sacar la apestosa basura. Y sin embargo, usted escoge cómo cumplir con sus obligaciones. Usted puede marchar por la vida zapateando y frustrado, o puede hacer todo lo que es necesario con paciencia, amor y gozo.