Emociones santas - Respuestas bíblicas para cada desafíoMuestra
Hay tantas cosas en la vida que nos pueden decepcionar. Si se lo permitiera, usted podría pasar una gran parte de cada día de su vida lidiando con la decepción que alguien o algo ha puesto en su camino. La decepción podría fácilmente convertirse en el color de nuestra vida debido a las personas y acontecimientos que nunca llegan a cumplir con nuestras expectativas.
El escritor de la Epístola a los Romanos, el apóstol Pablo, nos da una mejor manera de manejar las decepciones que estar decepcionado. ¡Lo que Pablo pacientemente está enseñando en este tácticamente importante pasaje de la Escritura es que las decepciones no tienen el poder de decepcionarlo! Dios lo ha escogido para el bien y para un destino, por lo tanto las decepciones no tienen poder para deshacer lo que Dios ya ha hecho. Cuando nos volvemos emocionalmente estresados y frustrados por las decepciones que ocurren en la vida cotidiana estamos permitiendo que la decepción tenga autoridad en nuestras vidas. Una buena forma para lidiar con las decepciones es mantenerlas en la perspectiva correcta.
‘Decepcionar’ significa que su destino ha sido cambiado para siempre, que una vez usted tenía una cita con un destino y un significado, pero que el acontecimiento decepcionante ha alterado invariablemente su propósito eterno. ‘Decepción’ implica que usted alguna vez tuvo una cita importante, pero que ciertas circunstancias le robaron esa cita. ¡Los sucesos diarios o acontecimientos no tienen la autoridad de robarle la cita que Dios ha hecho con usted!
Pablo enseña al Cuerpo de Cristo de todas las generaciones venideras que nuestra respuesta a las decepciones debería ser la alegría sincera. La versión de la Biblia Reina Valera traduce este versículo usando una palabra increíble: "... sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que...".
¡Lo hemos entendido todo mal! Hemos creído erróneamente que las tribulaciones o decepciones son trágicos obstáculos que alteran la vida cuando la Biblia, que es nuestra brújula que nos dirige a toda verdad, nos dice que las decepciones son nuestro mejor momento. Es la oportunidad que los cristianos tenemos para demostrar que sí, somos diferentes, y que aprovechamos el momento para revelar la gloria que nos ha sido dada. Nosotros no lloramos por las decepciones; nos regocijamos en ellas. No nos lamentamos debido a las decepciones, sino que buscamos que la huella de Dios sea revelada.
El escritor de la Epístola a los Romanos, el apóstol Pablo, nos da una mejor manera de manejar las decepciones que estar decepcionado. ¡Lo que Pablo pacientemente está enseñando en este tácticamente importante pasaje de la Escritura es que las decepciones no tienen el poder de decepcionarlo! Dios lo ha escogido para el bien y para un destino, por lo tanto las decepciones no tienen poder para deshacer lo que Dios ya ha hecho. Cuando nos volvemos emocionalmente estresados y frustrados por las decepciones que ocurren en la vida cotidiana estamos permitiendo que la decepción tenga autoridad en nuestras vidas. Una buena forma para lidiar con las decepciones es mantenerlas en la perspectiva correcta.
‘Decepcionar’ significa que su destino ha sido cambiado para siempre, que una vez usted tenía una cita con un destino y un significado, pero que el acontecimiento decepcionante ha alterado invariablemente su propósito eterno. ‘Decepción’ implica que usted alguna vez tuvo una cita importante, pero que ciertas circunstancias le robaron esa cita. ¡Los sucesos diarios o acontecimientos no tienen la autoridad de robarle la cita que Dios ha hecho con usted!
Pablo enseña al Cuerpo de Cristo de todas las generaciones venideras que nuestra respuesta a las decepciones debería ser la alegría sincera. La versión de la Biblia Reina Valera traduce este versículo usando una palabra increíble: "... sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que...".
¡Lo hemos entendido todo mal! Hemos creído erróneamente que las tribulaciones o decepciones son trágicos obstáculos que alteran la vida cuando la Biblia, que es nuestra brújula que nos dirige a toda verdad, nos dice que las decepciones son nuestro mejor momento. Es la oportunidad que los cristianos tenemos para demostrar que sí, somos diferentes, y que aprovechamos el momento para revelar la gloria que nos ha sido dada. Nosotros no lloramos por las decepciones; nos regocijamos en ellas. No nos lamentamos debido a las decepciones, sino que buscamos que la huella de Dios sea revelada.
Escrituras
Acerca de este Plan
Dios lo hizo a usted y lo puso en este momento del tiempo, para amar a los no amados, para reflejar paz en el conflicto y para mostrar gozo en cada situación. Esto puede parecer imposible, pero usted puede hacerlo a través del aprendizaje de lo que la Biblia tiene que decir acerca de las emociones humanas naturales y cómo manejarlas. Este devocional cubre las ordinarias y a veces extraordinarias pruebas que enfrentamos cada día, y provee referencias bíblicas sobre cómo manejar las emociones de una manera piadosa.
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Nos gustaría agradecer a Carol McLeod y a Just Joy Ministries por proveer este devocional. Para más información, por favor visite: www.justjoyministries.com