¡Ten Ánimo!Muestra

¡Ten ánimo!

Cuánto cuidado debemos tener nosotros para que las circunstancias difíciles, que en ocasiones enfrentamos, no nos quiten el ánimo de seguir con esperanza y confianza nuestro camino. Una de las estrategias más usadas por el enemigo es provocar desánimo en el pueblo de Dios. Un pueblo desanimado no construye, como pasó con los que construían el muro de Jerusalén.

Al comienzo construyeron con gran ánimo pero cuando empezaron las críticas, los ataques y fijaron sus ojos en lo que todavía faltaba les invadió el desánimo y concluyeron “no podemos terminar el muro.” El deseo de sus enemigos era que cesase la obra de Dios. Ese es el propósito del diablo, porque un cristiano desanimado tiene su alma sentada en el desaliento y ha perdido las ganas de hacer lo que el Señor nos ha mandado a hacer.

Pero nuestro amado Padre, quien nos comprende y entiende, no nos deja solos cuando atravesamos por el camino del desánimo. Escuchemos las palabras que le dijo Dios a su pueblo cuando ya estaban por entrar a la tierra que les había prometido, “Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” Deut. 31:6 

Si estás desanimado, alza tus ojos al Señor, trae a tu memoria las obras que Él ha hecho en tu vida, el testimonio de su Palabra y las promesas que te ha dado. Su Espíritu Santo te imparte ánimo para que sigas adelante sabiendo que “su vara y su cayado te infundirán aliento.” Sal. 23:4