FCA El Centro Muestra

En sus Marcas:

“Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo” 1 Corintios 12:27 (NVI)

Listos:

Como competidores, dependemos del apoyo de otros para alcanzar nuestras metas. Imagina a un mariscal de campo tratando de pasar la pelota sin la protección de la línea ofensiva o a un lanzador tratando de lanzar strikes sin la dirección de un receptor o a un portero tratando de enfrentar la delantera de un equipo sin su línea de defensas.

Lo mismo pasa con los cristianos. Dios diseñó a las personas para estar juntas. Esto es lo que debes recordar acerca de ser parte del equipo de Dios:  

• Tú eres parte del equipo de Dios —Como nuevo creyente, no tienes que emprender en este viaje de fe solo. Cuando te unes al equipo de Dios, inmediatamente tienes compañeros de equipo que te rodean. Estás unido con todos los creyentes. Juntos forman la iglesia, el cuerpo de Cristo del cual Cristo es la cabeza. Tú estás en el equipo de Dios, tienes compañeros de equipo y Cristo es el entrenador en jefe.  
• Los compañeros de equipo te apoyan —La vida es desafiante, pero Dios te ha dado compañeros de equipo para que te apoyen en el viaje. Hay fuerza y poder en un equipo de apoyo. Estos compañeros de equipo te respaldarán, te animarán en los tiempos difíciles y celebrarán contigo en los buenos tiempos.  
• Los compañeros de equipo te fortalecen —Los compañeros de equipo no solo te apoyan, sino que además te fortalecen. Tú necesitas un equipo esencial para ir contigo a través de los desafíos de la vida. Estos compañeros de equipo esenciales compartirán lo que Dios está haciendo en sus vidas, aprenderán los unos de otros, orarán unos por otros y se desafiarán a crecer en la fe.

Cuando tomas tiempo para crecer en tu relación individual con Jesucristo, te vuelves más cercano a Él. Cuando tomas tiempo para crecer en tu relación con otros cristianos, todos se benefician. ¡Estamos mejor juntos! Fuimos creados para relacionarnos. Tomate un tiempo para crecer en tu relación con otros, así como también con Dios.

Fuera:  

1. ¿Cómo puede el apoyo de un equipo central fortalecerte durante tiempos difíciles?  
2. Identifica de dos a cinco personas que pueden ser tu equipo central con quienes aprendas y hables acerca de su vida con Jesús.

Entrenamiento:

Mateo 28:18-20

2 Timoteo 3:14-17

Tiempo Extra:

“Padre, tú eres mi entrenador y respeto tu autoridad. Ayúdame a vincularme con mis compañeros de equipo para glorificar tu nombre. Amén.”