La Felicidad Que Proviene De DiosMuestra

La Felicidad Que Proviene De Dios

La felicidad que proviene de Dios, no es causa de nuestro entorno, ni depende de las circunstancias, sino del Espíritu de Dios que mora dentro de nosotros pues dice la Palabra que "En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad" 

La felicidad que proviene de Dios por medio de nuestra fe en Jesucristo, nos da la certeza de que aun en medio de nuestras dificultades, tenemos la fiel promesa de parte de Dios y, por lo tanto, podemos ser felices aun en medio de nuestras carencias.

El apóstol Pablo dijo: "No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre" y luego agrega: "Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez" 

Como vemos, la felicidad de Pablo no era producto de sus riquezas. De hecho, muchos de los libros de la Biblia que él escribió, los escribió estando en prisión y por eso dijo esto: "Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros. Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos" 

Él tenía la plena convicción de que su vida estaba en manos de Dios, porque como también dice la Palabra: "Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas; le protegerá todos los huesos, y ni uno solo le quebrarán" 

Cuando aprendemos a amar a Dios y comprendemos que Él nos amó primero cuando aún éramos pecadores, cuando no lo merecíamos, Él nos escogió y que es este amor precisamente el que nos llena de la verdadera felicidad, el amor de Dios en nuestro corazón. Ahí finalmente, seremos felices porque es Él quien responde a ese anhelo de felicidad en nuestro ser que todos tenemos. 

Es entonces cuando el amor que tu pareja te puede dar, se complementa con el amor de Dios que ya tienes en tu corazón y en vez de buscar que esa persona te haga feliz supliendo tus carencias, serás feliz teniendo a Dios en tu corazón y ambos podrán ser realmente felices cuando sientas contentamiento ya sea que se encuentren en temporadas de abundancia o de escasez porque tienen la certeza de que Dios suplirá.

Dice la palabra: "Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes" 

¡Amén!