Ven a La Mesa Devocional De 7 DíasMuestra

DIOS QUIERE QUE ESTÉS COMPLETAMENTE BIEN 

Tal vez hayas recibido un informe malo de los médicos. Tal vez te hayan dicho que tu enfermedad es crónica o incurable. Con el debido respeto a los médicos, que han dedicado su vida a aliviar el dolor y el sufrimiento, ellos no tienen la última palabra acerca de tu vida, Dios la tiene. Él es el Alfa y la Omega, el primero y el último (lee Apocalipsis 22:13).

Y Su deseo es que estés completamente sano.

Eso puede ser fácil de creer cuando los días son buenos, cuando el dolor disminuye y sientes que vuelves a tener fuerzas. ¿Pero qué sucede con los días en los que sientes fuertes síntomas? ¿Qué sucede en los días que regresas a los médicos y descubres que tu estado no ha mejorado? En días como estos, es fácil dejar de creer que Dios quiere que estés bien. Es fácil preguntarse: «¿Esta enfermedad viene de Dios? ¿Será que está tratando de enseñarme algo a través de esto?».

Amigo mío, nada podría estar más lejos de la verdad. Tu Padre celestial te ama profundamente, y quiere que tú, su hijo amado, estés sano, saludable y completo. ¿Cómo puedes estar seguro de esto?

Veamos a Jesús en los Evangelios. Él anduvo «haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo» (Hechos 10:38 NVI). Cuando grandes multitudes lo seguían trayendo a sus seres queridos que estaban enfermos, «Él sanó a todos los enfermos» (Mateo 12:15, 15:30). No hay excepciones. Ni una sola vez le dijo a alguien:

«Ven aquí. Estás muy sano. Recibe un poco de lepra». Ni una sola vez le dijo a un enfermo: «Mi Padre te está castigando. Por eso estás enfermo». Verás, Dios no da enfermedades ni dolencias. Él da la sanidad.

Para ayudarte a captar una revelación profunda y fresca del corazón de Dios para sanarte, aquí tienes un poderoso vídeo de animación que da vida a la conmovedora historia de Jesús sanando al leproso (basada en Mateo 7-8).

Amado, jamás aceptes la mentira de que la enfermedad es parte de la voluntad de Dios. Permite que esta verdad arda en tu corazón ahora y siempre: «¡Dios quiere que yo esté bien!»

Mañana, compartiré contigo cómo Jesús ha comprado completamente tu sanidad en la cruz y cómo puedes recibir tu sanidad a través de la Santa Cena.