"UNO" - Reactivados, Sólo para hombresMuestra

REACTIVADOS PARA SER DE BENDICIÓN Y EDIFICAR

Por Joel Manderfield

Un ejemplo de cómo Dios usa a las personas para reactivar Su bendición sobre todo un pueblo es el ejemplo de Nehemías. El muro de su ciudad Jerusalén fue quemado y sus puertas reducidas a cenizas. Recordemos que Nehemías sintió dolor por su pueblo. Lloró, hizo duelo, ayunó y oró delante de Dios para recibir dirección lo que le permitió restaurar la fortaleza de su pueblo y así volver a abrir las puertas de entrada a su pueblo, que al final reactivaron la bendición de toda su familia y su nación. 

Nehemías 3:1 (RV1960), nos dice:

"Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas. Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel."

Lo primero que hizo Eliasib fue reconstruir La Puerta de las Ovejas y la niveló a la altura de los muros de protección. Entendiendo que lo más importante de nuestras vidas es esa puerta de entrada que Dios nos deja a su Reino, comprendemos que es lo primero que debemos mantener en perfecto estado para garantizar una buena conexión. Esta prioridad en reactivar la puerta de las ovejas nos enseña que:

1.Somos ovejas y tenemos límites. Como ovejas tenemos un enemigo al acecho, no podemos avanzar a los buenos pastos sino somos guiadas (Juan 10:7-9). El reconocer que no lo podemos todo, que para eso Dios pone pastores, maestros, mentores líderes, consejeros y que cualquier hombre de Dios puede ser usado para enderezar o corregir nuestro actuar, este es el primer paso para reactivar nuestro acceso o nuestra puerta de entrada a su bendición.

2.Somos familia de edificadores. El sumo sacerdote se junta con sus hermanos para reactivar su fe, su amor, su pasión y lo demostraron con hechos al poner manos a la obra y edificar la parte que les correspondía. Es de esta manera como se logran grandes proyectos. Solo si nos reconectamos y nos unimos para construir, podremos reactivamos y progresar.  

3.Somos reconexión e influencia. Debemos creer y aceptar lo que dice Genesis 1:26 (RV1960): “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra". Cuando Dios nos creó, nos dotó de todos los elementos necesarios para ser exitosos y para llevar a cabo grandes proyectos; pero también debemos reconocer que cuando empezamos a ejecutar algo grande, se activan también los celos y las envidias. A Nehemías y a su equipo se le levantaron otras personas influyentes que lo vieron como amenaza a su poder. Al final, Dios respaldó a sus hijos, no los dejó en vergüenza sino que los puso en lugares de influencia. Así es que nuestro padre nos quiere usar en lugares donde solo tú, con su favor puedes llegar. Él quiere diariamente recargar nuestras fuerzas, para siempre llevarnos de triunfo en triunfo y de victoria en victoria.  

Oremos: “Padre hoy reconozco una vez más mi condición de oveja. Reconozco que eres mi Pastor. Ayúdame a ser terreno fértil para tu enseñanza y a que pueda a honrar y reconocer que me tienes rodeado de amor y protección. Comprendo que a través de mi familia, compañeros, mentores, líderes y maestros me llenas de tu Palabra que es de bendición para mi vida. Siempre quiero entrar por la puerta de bendición a tu Presencia y, en el nombre de Cristo Jesús, te pido que me enseñes y me uses para ayudar a otros a reconciliarse contigo, a entrar por tu puerta de salvación, y a reactivar tu bendición en sus vidas. Dame de tu sabiduría para que cada empleo, empresa o proyecto que emprenda sea según tu dirección. Padre oro por que me uses como persona de influencia en cada lugar donde me lleves, que cada persona a través de mí se pueda reconectar con tu amor, tu propósito y tu bendición. Te doy muchas gracias por escuchar esta oración y declaro que nunca más me desconectaré ni dejaré de entrar como oveja a tus santos atrios, amén y amén”.