Corazones ArdientesMuestra
Los caminantes de Emaús
¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?” Lc. 24:32
Cuando los dos caminantes de Emaús caminaron con Jesús sin saberlo, tuvieron una experiencia maravillosa, que sólo reconocieron cuando por fin supieron que quien había estado con ellos había sido el Cristo resucitado. Veamos la expresión de ellos en ese momento de vislumbre.
“Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?”
Esta pregunta de ellos nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el Señor. Muy especialmente, cuando dice: “¿No ardía nuestro corazón…?” Qué bueno que el Espíritu Santo abre nuestro entendimiento para que podamos profundizar en la Palabra, de modo que lo que pasó ayer sirva de enseñanza para nuestro hoy.
¿No ardía? Esta es una expresión en tiempo pasado y es precisamente lo que debe hacernos meditar en la importancia que tiene para cada creyente, permanecer en ese ardor del corazón.
Debemos tener cuidado de que ese ardor del que hablamos, sea sólo una grata experiencia del pasado. Probablemente, muchos puedan decir que, al igual que los caminantes de Emaús, por un tiempo caminaron con Jesús y escucharon sus palabras.
Pero el tiempo, la rutina, la costumbre y las muchas otras cosas que nos halan hacia otros pastos, así como la pérdida de intimidad con el Señor por el desgano y la apatía, por las muchas ocupaciones, le van echando agua al fuego del corazón. Y, lamentablemente, éste ha comenzado a ser sólo un buen recuerdo de nuestra experiencia cristiana.
Padre, despierta en nosotros el deseo profundo de acercarnos más a ti, y aviva la llama de amor que hace encender y arder nuestro corazón por ti.
Escrituras
Acerca de este Plan
Una de las cosas que más anhelamos en la vida es sentirnos apasionados por algo. Podemos ilustrar este sentir del alma como una llama que arde y no se apaga. En este plan veremos algunas personas cuyos corazones ardieron en su apasionado amor por el Señor.
More
Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite:http://facebook.com/GrettchenStage