Abrumada Por Mis Bendiciones (Parte 7)Muestra

PERDERTE A TI MISMA

Era una joven, casada dejada de la universidad, parada en el estudio de mi entrenador vocal. La música y el canto eran mi pasión, y sus palabras entraron muy adentro de mi espíritu: “¿Has considerado obtener un grado vocal de teatro? ¡Con tu voz y talento, serias fenomenal en la plataforma!”

Me encantaba la plataforma y había hecho solos en grupos de coro desde que era una niña. ¡Qué experiencia seria! Su sugerencia apelaba a mi sentido de aventura y deseo de realizar.  

Pero dentro de mi corazón, yo sabía que esa no era la vida para mí. Mi esposo, el dador, se las arreglaría si yo elegía persuadir mis propias pasiones. Pero mis sueños ya no estaban  solamente en mí. Mis sueños estaban envueltos y entretejidos con los suyos. Éramos uno. Una vida de teatro no era una vida para nosotros. 

Mamas y esposas, yo sé que muchas veces te encuentras sintiendo como que estas desapareciendo—que tu identidad personal con tus esperanzas y sueños se están desboronando en síntesis de tu matrimonio y familia. Tienes razón. Ciertamente perdemos nuestra vida para encontrarla. Cuando amamos completamente, nosotras perderemos parte de nosotras—las partes que necesitan morir, para poder vivir completamente. 

Yo lo sé de antemano. ¡Y nunca me he arrepentido de haber dado por vencido el sueño del teatro, y muchos otros, para seguir a mi esposo en el camino que espolvorea gozo, privación y vida abundante! 

Nuestro Padre amoroso está moldeándonos y formándonos en una nueva creación, llevando las cosas que muchas veces pensamos que son mejor para nosotros, y reemplazándolas con lo que Él sabe que traerá el mejor amor a los otros y la más gloria hacia Él. Así como el compartimiento de los panes y los peces en las manos de Jesús se multiplicaron en abundancia, ¡los pedazos rotos de nuestros sueños se multiplicara en más de lo que podemos pensar o imaginar!

¡Tenemos esperanza! Moisés tenía un sueño realizado en esta tierra. Él nunca la hizo a la tierra prometida (Números 20). ¿Puedes imaginarte su decepción? Pero, en Mateo 17, ¡el aparece con Elías y Jesús en una montaña, nada que ver con la Tierra Prometida! Dios tenía un propósito más allá de lo que Moisés pudo imaginarse. Y El también tiene uno para todos nosotros. 

Quizás cuando nosotras pensamos que todas nuestras esperanzas  y sueños se están colapsando, Dios nos está construyendo una vida más allá de nuestros más deseosos sueños. 

“Ocasionalmente llora profundamente de la vida que esperabas que fuera. Llora las pérdidas. Después lávate la cara. Confía en Dios. Y abraza la vida que tú tienes.” –John Piper

No tengas miedo de perderte a ti misma. ¡Quizás encontraras una nueva y mejor tú!

Padre, yo admito que tengo miedo de perderme a mí misma. Todas mis esperanzas y sueños parecen que se han desvanecido en lo que parece ser una vida normal de “vida de mama”. Como Tú sabes, yo frecuentemente me encuentre insatisfecha y decepcionada. Ahora mismo, yo decido mirarte a Ti como mi esperanza, mis sueños, mi Todo. Que mi identidad sea solo encontrada en quien Tú dices que yo soy, en lugar de quien yo pienso que necesito ser. Que yo no sea egoísta con mis deseos, sino que en lugar mis deseos se alinean con los mejores intereses de mi familia. Entreteje mi corazón con el de ellos para que yo nunca pierda la vista de todo lo bueno que Tú tienes para nosotros. Yo oro con una expectativa de esperanza que como si te doy mi corazón completo a Ti, Mis planes para mi sea más allá de lo que más me puedo imaginar.