Abrumada Por Mis Bendiciones (Parte 7)Muestra

GRAN INTERCAMBIO

¡No te puedo decir el número de días cuando era tiempo del almuerzo y todavía estaba yo en mi camisón y pijamas de la noche anterior! Particularmente en esos días cuando mi niño me despertaba temprano y los otros niños se levantaban antes de que yo me vistiera para el día. 

Pensarías  que yo tomaba un descanso en las mañanas para poder meterme a la ducha y poder cambiarme. Pero de alguna manera era ya medio día, y todavía estaba yo en mis pijamas. Eso estaba empeorando tanto que si me ponía mi “ropa de verdad”, mis niños pensaban que saldríamos a algún lugar. Si me ponía maquillaje, bueno, ¡debía de ir a alguna fiesta!

Nosotros las mamás-de-casa podríamos aprender algunas cosas de las mamás que trabajan. Yo aplaudo sus habilidades de levantarse y sus hijos cada miñana y salir de casa. ¡Son increíbles! Arreglarse para el día es importante. Comienza en nosotros  intencionalmente y nos establece el tono para el resto de nuestro día. Ponernos la ropa es una señal para nosotras, nuestros hijos, y más para nuestro enemigo, que estemos listos y preparados. 

Pero cuando nos vestimos, ¿estamos tomando más tiempo en escoger nuestra ropa que preparar nuestro corazón?

La Palabra de Dios tiene mucho que decir acerca de lo que vestimos cada día. Debemos de vestirnos de la fuerza, misericordia, bondad, humildad, gentileza y paciencia. Debemos de ponernos el perdón, amor y paz. ¡Somos dirigidas a ponernos el nuevo yo! ¡Debemos de ponernos a Jesús como una hermosa prenda adecuada para Su hija escogida!

Aquí está la gran noticia para nosotras: Sus misericordias son nuevas cada mañana. Cuando lo elegimos a Él, ¡conseguimos una prenda fresca cada día! ¿A qué chica no le gusta la ropa nueva? Yo sé que a mí sí. ¡Es un gran intercambio de ropa!

Padre, ayúdame a entender que la manera que comienzo mi día establece el tono para mi día entero. Yo te escojo a ti, tus prendas de alabanzas, Tu Espíritu, Tu amor en cambio de mi pecado, mi mal humor, mis miedos, mis agendas. Que mi corazón y mi mente estén listos, aún más que mi apariencia exterior, mientras enfrento el día de mano-a-mano Contigo, Mi Fuerza. ¡Hagámoslo!