Un Deseo Casi Incontrolable "El Chisme"Muestra
"Un Deseo Casi Incontrolable"
No importa el contexto en el que estemos, es común encontrar atmósferas contaminadas por el chisme y la murmuración; una costumbre pecaminosa que fácilmente puede ejercer cualquier persona.
Sin pretender estandarizar un perfil determinado de las personas a las que les gusta el chisme y la murmuración, es importante mencionar que existen diversas investigaciones en las que se concluye que la emocionalidad y sensibilidad a la que está expuesta la mujer la hace más vulnerable a caer en este pecado; sin embargo, esto no significa que el sexo masculino quede totalmente excluido de su práctica. No cabe duda que en ocasiones podemos encontrar entre los hombres mayor debilidad por el chisme y la murmuración en comparación con algunas mujeres. Así mismo, sería injusto tomar bases como el nivel de formación, la ocupación, la edad o el estatus de alguien para estigmatizarle como una persona chismosa.
El chisme y la murmuración son una manifestación de la iniquidad enraizada en el corazón de las personas, una mala actitud que demuestra claramente su deplorable condición pecaminosa e inmadurez espiritual. Es una realidad: este mal se ha introducido por medio de la caída de la humanidad en el pecado; ha afectado todos los ámbitos que componen la sociedad, y, tristemente, quienes caminamos en el cristianismo también nos resbalamos constantemente en ese lodazal.
La Palabra de Dios describe perfectamente de qué puede estar lleno el corazón de quienes se han habituado al chisme y la murmuración, un deseo casi incontrolable para aquellos que solo procuran maldad y quienes fácilmente se dejan llevar por su carnalidad. Basta con que miremos el espejo en el que nos podemos reflejar tal cual somos "en las Escrituras"; así podremos reconocer nuestra debilidad, entregarla al Padre y recibir de Su parte el perdón y el poder que necesitamos para vencer el deseo de pecar con nuestra lengua en contra de Él, de nosotros mismos y de los demás.
Escrituras
Acerca de este Plan
Es bueno realizarnos un autoexamen frente al deseo casi incontrolable de pecar con la lengua; a veces se nos olvida que tenemos el poder del Espíritu para vencer ese deseo de adentrarnos en el chisme y la murmuración, haciéndonos daño no sólo a nosotros mismos sino también a los demás y principalmente dejando en vergüenza a quien decimos que servimos y amamos tanto: "nuestro Padre Celestial".
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Nos gustaría agradecer a Marysela Ocampo O. por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/ApasionadossporJesus/