MarcosMuestra

Semana 2 - Dia 4 

 

Lectura: Marcos  5:1–20 

DEVOCIONAL: Marcos  5:19–20 NBLA

Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: «Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y cómo tuvo misericordia de ti». Y él se fue, y empezó a proclamar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho por él; y todos se quedaban maravillados.

Jesús se preocupó por muchas personas durante Su ministerio terrenal. Las sanó, no solo físicamente, sino también espiritualmente. Cuando Jesús se encontró con un hombre poseído por demonios, se preocupó por él, pero no sin mostrar Su poder y autoridad en el proceso.

En esta escena, los demonios respondieron a la pregunta de Marcos de "¿Quién es Jesús?" llamándolo “Jesús, Hijo del Dios Altísimo” (Mr 5:7). Cuando Jesús expulsó a los demonios del hombre, mostró Su autoridad y poder. Los demonios le temían porque sabían quién era; ¡Solo el Señor del cielo y de la tierra tiene el poder de echar fuera demonios! En el despliegue de Su autoridad y poder, Jesús también mostró gran compasión. Tuvo misericordia del hombre, liberándolo de su aflicción.

Una vez que el hombre fue sanado, quiso seguir a Jesús. En cambio, Jesús le dijo que se quedara en su casa y les dijera a los demás lo que Jesús había hecho por él. Aunque algunos en la ciudad habían visto lo que Jesús había hecho, la declaración del hombre acerca de la misericordia de Jesús hacia él fue un testimonio poderoso. Nosotras también tenemos un testimonio poderoso, que da fe de la fidelidad y misericordia que Dios nos ha mostrado. Sea que nos ordene quedarnos o que vayamos, que seamos fieles mayordomos del testimonio de la obra de Dios en nuestras vidas.

Oración

Señor, Tu obra en mi vida es asombrosa. Abre mis ojos para que pueda ver Tu mano en mi vida todos los días. Dame el valor que necesito para compartir Tu fidelidad con quienes me rodean. En Tu nombre oro, amén.