Cómo vivir como hijos del reyMuestra

Dios, tu Padre celestial, es el Señor de todo

La Biblia es clara sobre: «La tierra es del Señor y todo lo que hay en ella; el mundo y todos sus habitantes le pertenecen». Y reafirma: «Mira, los cielos más altos, y la tierra y todo lo que hay en ella pertenecen al Señor tu Dios».

Aun se especifica que todo lo que existe le pertenece a Dios. «Conozco a cada pájaro de las montañas, y todos los animales del campo me pertenecen. Si tuviera hambre, no te lo diría a ti, porque mío es el mundo entero y todo lo que hay en él». Él es el dueño de todo, debemos creer eso. 

El salmista dice a Dios: «Todo el cielo alabará tus grandes maravillas, Señor; multitudes de ángeles te alabarán por tu fidelidad. Pues, ¿quién se compara con el Señor en todo el cielo? ¿Qué ángel poderosísimo se asemeja en algo al Señor? Los poderes angélicos más altos quedan en reverencia ante Dios con temor; él es mucho más imponente que todos los que rodean su trono. ¡Oh, Señor Dios de los ejércitos celestiales! ¿Dónde hay alguien tan poderoso como tú, oh Señor? Eres completamente fiel. Gobiernas los océanos; dominas las olas embravecidas por la tormenta. Aplastas al gran monstruo marino; dispersas a tus enemigos con tu brazo poderoso. Los cielos te pertenecen y la tierra también; todo lo que hay en el mundo es tuyo; tú lo creaste todo».

Si queremos vivir como hijos del rey tenemos que ver a Dios como lo dice la Biblia. Como el que reina sobre todo, nadie se compara a él. 

Hageo dice: «La plata es mía y el oro es mío, dice el Señor de los ejércitos celestiales». Ese es nuestro Dios. Ese es el Dios en el cual creemos. ¿Cómo es tu Dios? ¿Es un Dios rico o un Dios pobre? ¿Es fuerte o débil? ¿Es un Dios poderoso, o un Dios incapaz? El Dios en el cual crees, ¿está encima de los reinos, potencias del mundo, gobernadores o está por debajo? Recuerden, todo se hará conforme a tu fe. Si el Dios en el cual crees es débil, incapaz, pobre y está por debajo de todo, no vas a vivir como un hijo del rey, sino como el de un mendigo.

La manera en la cual crees en Dios no va a cambiar lo que él es realmente, seguirá siendo todo poderoso. La manera o el Dios en el cual crees afecta tu vida, porque todo se hará conforme a lo que has creído.