Cómo vivir como hijos del reyMuestra

Eres un hijo de Dios

Si quieres vivir como un hijo del rey, debes de vivir de esa manera. Dice Juan: «pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios». En la carta a los romanos, Pablo dice: «Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, somos herederos junto con Cristo de la gloria de Dios; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimiento».

Hemos oído ya suficientes predicaciones sobre cargar la cruz, soy uno de los que más ha predicado sobre eso. Por eso es necesario también oír los versículos donde nos habla de la vida de fe abundante y disfrutar, el Señor quiere eso.

Jesús nos dice: «Si alguno quiere ser mi discípulo, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame». También debemos recordar que la Biblia dice que él se hizo pobre para que pudiéramos ser ricos. La Biblia también nos muestra que él ya cargó la cruz por nosotros. Entonces, si él la cargó, ¿para qué la sigues cargando tú? 

También cuando el Señor habla al joven rico y dice que debe vender todas sus propiedades y dar el dinero a los pobres, él lo hizo porque sabía que las riquezas eran un dios para el joven. El joven rico no estuvo dispuesto a deshacerse de sus posesiones. Pero tan pronto se fue el joven rico, los discípulos dijeron a Jesús: «Señor lo hemos dejado todo por ti y tu reino, dejamos nuestra familia, empresa, negocio, hemos dado todo nuestro dinero». El Señor les responde: «Les aseguro que todo el que haya dejado casa o hermanos o hermanas o madre o padre o hijos o bienes por mi causa y por la buena noticia recibirá ahora a cambio cien veces más el número de casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y bienes, junto con persecución; y en el mundo que vendrá, esa persona tendrá la vida eterna». Sí, el Señor nos dice que lo entreguemos todo por él, pero también nos garantiza devolvernos cien veces más.

Cuando el Señor nos habla de tener tesoros en el cielo, él lo dice porque sabe que donde está nuestro tesoro estará nuestro corazón. Él no quiere que nuestro corazón esté metido en las cosas pasajeras de la Tierra. Por eso dice que la prioridad debe ser el cielo, ganar a los perdidos, hacer el bien, pero no está diciendo que no tengamos tesoros aquí en la Tierra. Precisamente para llevar a muchas personas al cielo, necesitamos de las riquezas y prosperidad.