Andad como sabiosMuestra

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. Efesios 5:15-17

Crecer en sabiduría es un proceso. La sabiduría se profundiza a medida que maduremos. (1Cor.2:6-7, 13) y mantenemos nuestra relación con Cristo (Col.2:3; 1Cor.1:24, 30).

La palabra de Dios nos exhorta a caminar guiados por la sabiduría, lo cual requiere tener cuidado y mantener atención en cada paso que damos (mirad… cómo andéis). Este es un llamado a andar cuidadosamente, con cautela, como alguien que se mueve en un terreno incierto. La forma verbal que usó Pablo sugiere una acción continua o reiterada.

1. Andar con diligencia

En este proceso de conducirnos con sabidurpia debemos ser diligentes: “mirad, pues, con diligencia cómo andéis”. Diligencia nos habla de exactitud, rigurosidad, ser activo y cuidadoso. Ser diligente requiere responsabilidad, enfoque y proactividad. Implica ser cuidadoso (actuar con esmero) y rápido (actuar con prontitud, no apurado ni precipitado) al hacer una cosa. El diligente actúa con apremio, determinación, sin dilación, en forma expedita, evitando posponer las decisiones (sin procrastinar); pero también actúa con entrega, dedicación, meticulosidad, prolijidad y enfoque en lo que hace, lo cual conlleva ser eficiente y eficaz en lo que hace. 

Hay dos significados clave en la acción diligente: prontitud y cuidado en la ejecución de algo. El diligente actúa con apremio, determinación, sin dilación, evitando posponer las decisiones; pero también actúa con dedicación, enfoque, atención y esmero en lo que hace.

Diligencia es contraria a necedad

En este pasaje el contraste con la diligencia es actuar como necio e insensato (descuidado, desperdiciando el tiempo, la energía, el dinero y el talento); errando el blanco. El necio no aprende. El necio no busca orientación. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis quiere decir evitar la insensatez de los necios y andar como sabios, aprovechando bien el tiempo.