¿A Quién Le Vas a Creer? Muestra

Una promesa divina 

En la historia que leemos desde el día 1, podemos ver que Dios le dio una promesa al pueblo de Israel: les entregaría la tierra. 

Esta misión era sumamente importante para Israel, por eso Moisés decidió enviar a los mejores hombres a espiar esa tierra. Pero ellos volvieron luego de cuarenta días y trajeron un reporte incorrecto. Pusieron un “pero” humano ante una promesa divina. Se fijaron en la amenaza de los pueblos que habitaban el lugar, los gigantes, las ciudades grandes y fortificadas. 

Cuando escuchas el “pero” humano, pierdes la habilidad de seguir una dirección divina. Porque ese “pero” quita tu enfoque de la promesa y te apunta a las dudas y dificultades que puedan surgir. 

En la Biblia, el número 40 está relacionado con pruebas. En este caso, podemos ver cómo los israelitas no lograron pasar la prueba que tenían delante, porque escucharon las voces incorrectas. 

Sin embargo, en el Nuevo Testamento podemos leer que los cuarenta días de pruebas que Jesús pasó en el desierto sí fueron superados, no por los mejores hombres de una tribu, sino por el sacrificio de un solo hombre: Jesucristo de Nazaret. 

Escuchemos las voces que se alinean con la de aquel que nos dice “Ven, sal de la barca”, “Al que cree todo le es posible”, “Vayan y hagan discípulos por todas las naciones, estaré con ustedes hasta el fin del mundo”. 

Los cuarenta días en los que Jesús pasó la prueba rescatan a todos los otros cuarenta días en la Biblia donde los seres humanos fallaron. 

Las voces que escuchamos determinan los pasos que tomamos. 

Puede que hoy tú estés dentro de tus cuarenta días, en medio de la prueba. Pero quiero animarte a que escuches la voz de Aquel que pasó, aprobó y abrió el camino para que puedas avanzar. 

Oración: Gracias, Jesús, por haber abierto el camino para que nosotros podamos avanzar y superar la prueba. Te pido que fortalezcas mi fe para que ningún “pero” humano pueda distraerme de tus promesas. En el nombre de Jesús. Amén.