El recuento de los dañosMuestra
Ficción o fe en acción
Las películas de ciencia ficción son el género cinematográfico que más me gusta, porque presentan historias que se desarrollan en locaciones increíbles. Nuestra imaginación es desafiada por personajes que se teletransportan o viajan a la velocidad de la luz, la existencia de universos paralelos y de especies no humanas o con superpoderes. Todo esto nos permite escapar, al menos un instante, de nuestra limitada realidad.
De la misma manera, ciertos pasajes de la Biblia también relatan acontecimientos que parecieran tomados de uno de estos guiones. Historias que desafían las leyes naturales que rigen este mundo, pues cuentan de uno que caminó sobre el agua cual si fuera tierra firme, otros que salieron intactos luego de haber sido arrojados a un horno de fuego o a una fosa de leones, un pueblo entero que cruzó por la alfombra seca de un mar que se dividió delante de ellos. Y la cartelera continua con historias de muertos resucitados, un matrimonio que se convirtieron en padres a una edad muy avanzada, una virgen que concibió un hijo… la lista podría extenderse aún más.
La diferencia entre las películas que vemos en el cine y los relatos que leemos en la Biblia está en los efectos especiales. En el primer caso, se realizan con maquillaje y tecnología cada vez más avanzada, que hacen creer que lo que uno ve es real; mientras que en el segundo caso, los protagonistas realmente vivieron todo lo relatado, poniendo en acción su fe en Dios.
La fe no es un truco. La fe es ese motor que nos permite realizar lo impensable. Es la certeza de que podemos alcanzar lo que esperamos. Es percibir como un hecho real aquello que todavía no ha sido revelado a nuestros sentidos, pues no lo vemos, ni oímos, ni olemos, ni tocamos, ni sentimos.
Jesús nos dijo que, si tenemos fe y no dudamos, podemos realizar cosas aún más grandes que las que Él hizo aquí en la tierra. De hecho, en Mateo 21: 21 – 22 leemos que, si creemos, recibiremos todo lo que pidamos en oración. Esta es una invitación abierta de nuestro Señor a ser audaces y atrevernos a soñar en grande.
Los héroes de la fe, que menciona la Biblia en el capítulo 11 de Hebreos, fueron hombres y mujeres valientes que le creyeron a Dios, pusieron su confianza sólo en Él, sin importar sus circunstancias, y fueron aprobados. Al igual que ellos, todos podemos ser parte del guion, con nuestras propias historias de fe en acción. Ser héroe de la fe, pasando de la ficción a la realidad y, como hijo de Dios, la promesa es que alcanzarás la victoria, si te mantienes firme y sin dudar.
Entonces, tal vez te preguntes: ¿Cómo pongo mi fe en acción?
Teniendo un estilo de vida que refleje, con mis acciones, lo que proclamo y declaro a diario con mis palabras. Necesitamos dar ese paso que nos lleve del guion a la acción, pues, como dice Santiago, una fe sin obras es muerta.
Hoy te animo a poner tu fe en acción y presenciar en primera fila el mover de Dios en tu vida, sabiendo que todo el que confíe en Él jamás será avergonzado.
Inés Aguilar
Misiones digitales YVT - Jazôn
Acerca de este Plan
Quizás hayas sentido que tu vida se ha sacudido y muchas cosas se han dañado, quebrado, roto o perdido. La buena noticia es que hay esperanzas. Jesús es especialista en buscar y salvar lo que se ha extraviado. Hagamos el recuento de los daños y dejemos que sea Él quien nos restaure.
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