El recuento de los dañosMuestra

Haciendo un recuento de daños

En noviembre de 2016, en Fukuoka (Japón) ocurrió algo extraordinario. Una avenida se hundió por trabajos en el metro aledaño y, lo asombroso de esto fue que, en un lapso de 7 días, la avenida estaba completamente reconstruida y habilitada.

Sería increíble que sucediera de la misma forma en nuestras vidas y que lográramos reconstruirnos así de fácil y rápido cuando algo en nuestro interior se derrumba. Quizás en este tiempo has pasado por alguna experiencia que ha destrozado tu vida y, haciendo un recuento de daños, te has dado cuenta de que muchas cosas se han quebrado, roto o perdido y te preguntas, ¿volverán a la normalidad?

¿Qué hacer cuando tienes esa sensación desagradable de que no vale la pena seguir intentando?, ¿encuentras sentido de seguir en tu matrimonio si te trae tanta amargura?, o te preguntas, ¿de qué sirve seguir estudiando esa carrera?, ¿para qué te esfuerzas en participar en las actividades de tu iglesia? ¡Pareciera que todo da igual!

Puede que muchas cosas que querías hacer o esperabas que sucedieran finalmente no pasarán. ¿Quizás tenías planeada tu boda? ¿Querías realizar un viaje o vacacionar? ¿Emprender un negocio? ¿Planeabas un acontecimiento familiar? El hecho es que un sueño roto es capaz de lastimar profundamente nuestro corazón.

El objetivo de esta serie es ayudarte a ver que Jesucristo no solamente es especialista en restaurar vidas, sino que se especializa en buscar y rescatar lo que se había perdido. Si sientes que has perdido la capacidad para encontrar cosas positivas en cada situación y que ya no tienes las ganas ni las fuerzas para dejar atrás la desmotivación, es un buen momento para que te acerques al Dios Todopoderoso, quien fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil.  

Puede que, sin darte cuenta, te encuentres viviendo atrapado en tu pasado, creyendo que lo que tuviste fue mejor que tu presente y sin ánimo de pensar en el futuro. Pues déjame decirte que, aunque lo que tenías pudo ser hermoso, Dios no ha concluido su obra en tu vida sino que tiene mucho más que hacer contigo y a través de ti. Aún hay esperanza. Solamente necesitas sacudirte y comenzar a soñar nuevos sueños. 

Es en medio de este recuento de daños y pese a todo lo quebrado, roto o perdido en tu vida, que puedes confiar en el Señor y no dejar que lo que no sucedió nuble tu visión y te amargue sobre lo que va a suceder. En lugar de sufrir por lo que no fue, elige creer que lo que viene es mayor. 

¡Dios está haciendo algo nuevo!

Carla Llosa
Pastora ejecutiva - Jazôn