Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra

Al leer esta porción, nos damos cuenta de la importancia que Dios le da a la obediencia. No sólo Dios da sus mandamientos, y espera que sea escuchados por su pueblo, sino que espera que el pueblo obedezca sus mandamientos. La obediencia trae bendición. Dios se encarga de enumerar todas las cosas que ellos pueden esperar de Dios al obedecerle.

Para nosotros, obedecer es igual de importante. Pero que nuestra motivación no sea el recibir bendiciones; sino reconocer todas las bendiciones que hemos recibido y brote obediencia en nosotros.

Todo comienza en el corazón y las actitudes seguirán al corazón. El comportamiento seguirá al corazón. Prácticamente, mis manos, mis pies, mis oídos y mi boca siguen a mi corazón.

Entrega tu corazón a Dios, y deja que todo comience a brotar de él.