Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra

Joel es un profeta de Dios que le habla el reino de Judá. Él comienza su profecía describiendo cómo Dios está juzgando a su pueblo, la descripción es desoladora, pareciera que no termina una prueba cuando ya está llegando otra aún más difícil; pero el libro termina con una imagen muy distinta, cuando Dios libra a su pueblo. La descripción ya no es de desolación, sino de bendición.

Pedro utilizó una porción de este libro en el día de Pentecostés cuando fueron llenos del Espíritu y los que los veían se preguntaban qué estaba sucediendo: “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.” - Joel‬ ‭2:28‬ 

La presencia del Espíritu de Dios en nuestras vidas puede transformar vidas desoladas en vidas llenas de fruto.