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Disciplinas Espirituales

Piensa en algunas de las relaciones más importantes de tu vida. Tal vez sea un amigo, un cónyuge o un pariente. ¿Has crecido y profundizado tu relación con ellos a propósito o accidentalmente?

Lo más probable es que hayas tenido que invertir tiempo en esa relación. Y lo mismo sucede con Dios. No nos topamos con una gran relación con Él. Tenemos que ser disciplinados para priorizarla.

Ahora, probablemente no veas la construcción de relaciones como una disciplina en la que debas enfocarte cada día, ¿verdad? Todo lo contrario, esas personas podrían no estar en tu categoría de amigos cercanos. Pero si lo piensas bien, las relaciones requieren energía y tiempo. Invertir en una relación requiere disciplina para dar buenos resultados. Y también tenemos que ser disciplinados en nuestra relación con Dios, no sucederá por sí sola. Y por eso las disciplinas espirituales son tan importantes.

La verdad es que probablemente no siempre sentirás ganas de leer tu Biblia u orar o adorar o pasar tiempo con Él. Pero las disciplinas pueden conducir a deseos transformados.

Incluso Jesús, durante Su tiempo en la tierra, tuvo que ser disciplinado para continuar Su relación con el Padre. Las Escrituras nos dicen que a menudo se retiraba al desierto para orar, lo que significa que priorizaba hacer tiempo para estar solo, hablar con Su Padre y estudiar las Escrituras.

Vemos el resultado de este tipo de disciplina espiritual durante la tentación de Jesús en Mateo 4. Después de 40 días de ayuno en el desierto (¡habla de disciplina!), Satanás probó a Jesús de tres maneras diferentes. Cada una, Jesús venció con el poder de las Escrituras.

Jesús sabía que para resistir al enemigo necesitaba un buen conocimiento de Su Padre. Y al invertir tiempo regular en aprender las Escrituras y cómo aplicarlas, salió victorioso cuando llegó el momento de la prueba.

Entonces, ¿qué tan disciplinado dirías que eres cuando se trata de tu vida espiritual?

Tal vez reconozcas que necesitas adquirir el hábito de leer tu Biblia. Tal vez quieras centrarte en pasar tiempo en oración todos los días. O tal vez quieras conectarte con Dios de otra manera significativa cada día, ya sea a través de la adoración, la gratitud o pasar tiempo con Él afuera en Su creación.

Nunca tropezamos accidentalmente con la rectitud. Así que hoy, pasa tiempo orando sobre algunas formas intencionales en las que puedes desarrollar disciplinas espirituales para que puedas conocer a Dios de una manera más profunda.

Desafío: ¿Qué disciplina espiritual podrías empezar para hacer crecer tu relación con Dios? ¿Cómo podría mejorar eso tu relación?