Discerniendo la profecía y las señales de los últimos tiemposMuestra

Conociendo los tiempos y las temporadas 

Dios a menudo promueve un cambio necesario en nuestras vidas llevándonos a hacernos preguntas vitales. En los últimos tiempos, hemos venido experimentando acontecimientos inquietantes, como la rápida aparición del coronavirus, con todas sus repercusiones médicas, económicas y gubernamentales; perturbaciones en nuestro entorno físico, como huracanes de gran intensidad y el derretimiento de glaciares; incertidumbre política y disturbios; y mucho más. Necesitamos hacernos preguntas como estas:

• ¿Qué está pasando en el mundo?
• ¿Existe relación entre el mundo espiritual y los fenómenos naturales que vemos ocurrir?
• ¿Dónde estamos hoy en el calendario profético de Dios para los últimos tiempos y el regreso de Jesucristo?
• ¿Qué necesitamos saber acerca de las agendas de Dios para la iglesia, la nación de Israel y el mundo en general en los últimos días?
• ¿Qué temporada espiritual está atravesando la iglesia en este momento y qué temporada está por venir? ¿Está la iglesia lista para estas temporadas?
• Si la segunda venida de Jesús está cerca, ¿qué deberían hacer los creyentes ahora mismo para prepararse para este evento trascendental?

Les pido que consideren seriamente estas preguntas y se unan a mí para descubrir las respuestas a ellas. Dios se está moviendo de manera sin precedentes hoy en día. Este no es un momento en el que podamos sentarnos a un lado del camino y simplemente observar. El cuerpo de Cristo, y cada creyente en particular, tiene un tremendo papel y responsabilidad en lo que está sucediendo y a punto de pasar en nuestro mundo. Pero para llevar a cabo este papel, debemos primero abordar un profundo e inquietante problema en la iglesia.

La falta de conocimiento revelado y de profecía

La iglesia moderna tiene muchas deficiencias, pero, sobre todo, tiene una gran falta de conocimiento revelado y comprensión de la profecía. En estos tiempos, es peligroso vivir en tal ignorancia. Dios dijo algo hace miles de años a través del profeta Oseas que es relevante para nosotros hoy en día: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento” (Oseas 4:6).

Es alarmante lo poco familiarizada que está la iglesia con los propósitos de Dios para el tiempo final debido a la ausencia de revelación y profecía. La gente está caminando a ciegas cuando más necesita la vista espiritual. La mayoría de creyentes no están preparados para lo que viene. No reconocen la temporada espiritual en la que Dios está trabajando. Son como las vírgenes insensatas de la parábola de Jesús, que se quedaron dormidas mientras esperaban al novio y olvidaron asegurarse de tener suficiente aceite en sus lámparas. Como consecuencia, fueron excluidas del banquete de bodas (vea Mateo 25:1–13). ¡Debemos despertar, asegurarnos de que nuestras “lámparas” están llenas, y estar listos para nuestro Novio cuando venga!

La necesidad de revelación espiritual

Los tiempos y temporadas en la tierra se rigen por leyes naturales. Estamos familiarizados con ellas porque forman parte del mundo que nos rodea. Las reconocemos por medio de nuestros sentidos físicos o sabemos de ellas por descubrimientos en el campo de la ciencia, la cual ha avanzado mucho. Sin embargo, hay temporadas sobrenaturales de naturaleza divina que sólo podemos reconocer a través de revelación espiritual. Muchos de los sucesos de hoy en día están vinculados al ámbito espiritual. Por lo tanto, no los comprenderemos sin el discernimiento del Espíritu Santo. Estos son días en los que necesitamos más del conocimiento revelado que del sentido común, el cual está limitado a lo que podemos ver y oír en el reino físico. Sin el conocimiento revelado, no podemos funcionar en el “ahora” de Dios; es decir, en todo lo que Él está haciendo y planeando hoy. A través de la revelación, descubrimos el ahora de Dios.

A menudo oímos la frase “la historia se repite”. Sin embargo, en nuestros tiempos, no parece haber ninguna referencia histórica que ayude a explicar algunos de los eventos que están ocurriendo. Hemos entrado en un período de manifestaciones inusuales y repentinas para las cuales no tenemos orientación previa. Por lo tanto, el hombre natural no puede predecir estos eventos o prever cómo se desarrollarán. Podríamos ser capaces de describirlos cuando ocurran, pero su significado seguirá sin estar claro para nosotros. Sólo quienes tengan la revelación del Espíritu Santo serán capaces de entender sus implicaciones. 

Con el estado del mundo en estos últimos días, no podemos ser casuales o apáticos en cuanto a nuestra fe. No podemos dejar de ayunar y orar por la dirección de Dios y para que Su voluntad se haga en la tierra como es en el cielo. Si cree en la aparición de Jesús, debe buscar las señales que la anuncien. Jesús fue claro en que debemos velar y orar cuando ese tiempo se acerque.

¿Qué es una señal?

Una señal no es un fin en sí mismo, sino que apunta a algo o a alguien. Podemos definir una señal como “algo material o externo que representa o significa algo espiritual”. Una señal bíblica siempre apunta a una realidad superior. Cada señal que viene de Dios apunta a Él. A lo largo de los milenios, ha dado varias señales a Su pueblo para que sea consciente de cómo Él se está moviendo y lo que viene en el futuro.

Este devocional abordará: 

• La razón de las sacudidas naturales y espirituales sin precedentes en nuestro mundo
• Lo que nos dicen las señales
• Cómo trabaja Dios según las temporadas, las eras y la plenitud de los tiempos
• Cómo las fiestas judías apuntan a las edades del hombre, mostrándonos con precisión el calendario de Dios
• Qué señales y promesas bíblicas inminentes aún no se han cumplido
• Los juicios que Dios está trayendo a la tierra

Discerniendo la profecía y las señales de los últimos tiempos está diseñado para darle un marco para comprender la profecía bíblica y los eventos de nuestros días a la luz del regreso de nuestro Señor Jesucristo.

En el día 3, discutiremos tres niveles de conocimiento espiritual y cómo cada uno de ellos es vital para nuestra comprensión de los últimos tiempos.

Dios quiere que la iglesia sea una comunidad de esperanza, avivamiento y poder sobrenatural en medio de los tiempos oscuros de nuestro mundo. La gente debe acudir a Dios por las respuestas que sólo Él puede darle, y la iglesia debe estar preparada para suministrar las respuestas. Les insto a vivir en la perfecta voluntad de Dios para su vida, a discernir los tiempos y a participar en Sus propósitos sobrenaturales para los últimos días.

Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. (Apocalipsis 22:20)