¡Haz Que Suceda!Muestra

Levante, toma tus cosas y sigue adelante. 

Todo el mundo se cansa, todo el mundo tiene problemas, todo el mundo tiene frustraciones por sueños y metas aún no cumplidos.

Todo el mundo lleva decepciones, angustias o necesidades. 

La diferencia es que algunos toman el camino de la queja y otros toman el camino de la lucha. Algunos deciden avanzar y otros deciden estancarse. Algunos deciden abandonar mientras otros deciden persistir. 

Todo el asunto reside en la postura que asumimos ante la vida. Si alguien te ha decepcionado, decide afrontarlo y hablar, si algo no ha salido bien, decide resolverlo, si en algo te has equivocado, restituye y arréglalo.

¡La vida es más fácil cuando nosotros somos menos complicados!

Debes entender lo siguiente: Tu situación, tu problema, tu carga actual, tus carencias presentes, no es algo que es exclusivo para ti. Todo el mundo pasa por situaciones difíciles de distintas maneras, todo el mundo tiene una historia que contar. 

Tú no eres un “pobre de mí”, tu eres alguien con posibilidades. 

Y esto no quiere decir que vayas a desconocer los problemas, negar la realidad o ignorar la adversidad, quiere decir que no estás atado ante estas cosas. 

Es necesario que te enfoques, que te enfiles a construir, avanzar, buscar y escalar en el propósito de Dios para ti y los tuyos, en resolver y buscar el cambio de las cosas.

Conéctate con Dios, él es quien renueva nuestras fuerzas y es fuente inagotable de vida. Permite que Él te lleve de la mano a una nueva etapa. 

Así como Cristo le dijo alguna vez, en el camino, a un paralitico, levántate y anda, hoy puede decirte a ti, levántate, sal de tu estado de parálisis e inacción y acciona, muévete ¡anda! 

Ahora bien, el daba la orden de levantarse, pero ellos daban un paso, se atrevían, le creían, recogían sus asuntos y seguían adelante. 

Es tiempo de que decidas levantarte y seguir adelante.