1 Juan "Y Lo Que Era Desde El Principio"Muestra

 Querido(a) lector (a), te puedes imaginar por un momento ¿Qué pasaría si Dios no fuera amor? ¿Y si Él existiera como un ser todopoderoso y omnisciente, pero careciera del atributo del amor? ¿Qué sería de nosotros?

Nuestra vida en lugar de estar inspirada por el amor estaría regulada por el miedo. La irritación, el sarcasmo, la sospecha y la ira serian la marca distintiva en nuestras relaciones. 

El amor distingue al único y verdadero Dios de los demás sistemas religiosos. El amor no es solo lo que Dios hace, es quien es Él. Todo lo que Dios hizo y todo lo que hace fluye del amor. Cuando vemos amor en el mundo, es un recordatorio de que en la mente de Dios el hombre fue diseñado para amar. 

Y en esto se perfecciona el amor, en que sabemos y creemos el amor que Dios tiene por nosotros. Dios no puede ser indiferente a lo que nos sucede porque no está en Su naturaleza. Es por eso, por lo que nuestra fe no es ciega, ni es inconsistente; nuestra fe conoce que el perfecto amor hecha fuera el temor, porque es el amor quien alimenta la fe (Gal 5:6).

Por tanto, el perdón de Dios basado en nuestro valor original redimido en Cristo es el aliciente que nos motiva a amar como Dios ama, de forma paciente, bondadosa, humilde y con deseos de servir al prójimo.

Ahora, la fe comunica lo que el amor inspira, en lugar de culpar, bendice, en lugar de quejarse, alaba, en lugar de vengarse, perdona. Alimentado por el amor, el perdón cancela el pasado, ve el futuro y cambia el presente. Jesús dijo que el único signo por el cual el mundo podría reconocer a sus discípulos seria si en nosotros era evidente el amor que nos tenemos los unos por los otros.

Oremos juntos: Alabado seas en toda la tierra, por tu inmenso y grande amor Padre Celestial. Gracias por amarnos cuando no te conocíamos, ni sabíamos cómo amarte. Gracias por creer en nosotros y enseñarnos amar en tu amado Hijo Jesucristo, Señor por favor, perfecciónanos en tu amor y en tu verdad ¡Amén!