Cuando Dios Hace Silencio Muestra

La apertura del silencio. 

¿Por qué Dios no me escucha? ¿Estoy en medio de la prueba y siento que Dios me ha abandonado? 

Preguntas como estas surgen en nuestra vida en cada instante, a veces creemos que, en los momentos más duro de nuestra vida, Dios nos abandonó y la verdad es que no hemos entendido el silencio de Dios. 

Si vemos la biblia David se dedicó a hablar con rectitud acerca de cómo debería responder a la luz de la bondad de Dios: “Espera al Señor; esfuérzate y aliéntese tu corazón. ¡Sí, espera al Señor! ” (Salmos 27:14)

El llamado a esperar en Dios es una invitación a confiar y tener esperanza. Implica creer que un día, el señor responderá. En nuestros tiempos de espera, mientras buscamos a Dios en oración, debemos aprender a escucharlo a Él y también a hablar con Él, a no oír el ruido y tranquilamente mientras nos revela su persona, esto es el silencio de Dios o la apertura del silencio como yo le llamo, muchas veces cuando empezamos una prueba, queremos que Dios nos hable inmediatamente, y lo cierto es que no sabemos comprender este silencio.

«Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.» (Mt. 6,6). Jesús nos ilumina como debe ser nuestra oración, que nos unamos a él y nos olvidemos de lo exterior. Nos invita a entrar en su habitación y el lugar de su morada, debemos aprender que para estar en la presencia de Dios es necesario hacerlo en un momento de recogimiento y soledad interior, pero, con la mayor disposición de hablar con él, para poder comprender su silencio.

El silencio es para hacer presente a Dios. Es tener la experiencia de lo eterno en nuestra vida. Cuando algo está presente no lo tenemos que imaginar. Estamos acostumbrados a pensar e imaginar. Hay que sentir y no pensar. Así mismo pasa con el mundo de Dios Lo pensamos, pero no lo sentimos como presencia.

El silencio puede hacer que Dios se haga evidente. Sin intermediarios. Sin detener la posibilidad de un encuentro lleno de vivencia.

Las personas nos conocemos por nuestras acciones, por nuestros objetivos. Pero ¿y en la «no acción» ...? Nuestro conocimiento lo basamos en los pensamientos y deseos, pero ..., ¿nos conocemos sin? Nos asusta conocernos sin nada. Nos asustamos quedarnos sin nada.

Como seremos humanos siempre debemos conocer a las personas para establecer una amistad con ellos, pero en Dios es tan diferente, desde el mismo día que empezamos a creer en Dios, debemos aprender a establecer una relación y cuando ya está construido, nos damos cuenta de que el silencio del padre no es algo malo, sino algo que el está preparando para obrar a nuestro favor. 

La reacción correcta ante la situación nos ayudará a crecer espiritualmente ya tener un carácter fuerte. 

Lo que si debes saber es que Dios siempre está con nosotros, en todo momento, él está esperando que pases la prueba, no que pidas explicación, sino que le busques y depende más de él todos los días. 

Por: Estefania Perez @sin_excusas_estefania_p