Restauración: Plan bíblico de lujoMuestra

Día 15: 10 dedos de los pies sobre la tierra

“Recuerdo cuando dijeron este cristiano rapea cursi

Caramba hasta yo lo pensé

Par de Grammys, muchas placas

Y todos desean ser raperos cristianos también

Bueno ponte a trabajar

Anda a esas prisiones y suelta un verso

Usa todo tu tiempo tratando de vivir la Palabra

Solo para que la gente te ofenda

No tú no quieres eso

Acostumbrado a hacer surgir los proyectos

Golpeo en cada puerta 

Y digo a la gente que salga

Un par de parlantes y un micrófono

Estábamos asando y rapeando

Viendo gente que cobraba vida.

Nunca lo hice por fama o dinero

Notaba cuando los cristianos se replegaban

Comprometido con 10 dedos sobre la tierra”

Recuerdo que dijeron que el Reino de Dios es como una manada de perros corriendo. Observándola, al principio se la ve corriendo en conjunto con todo brío, después uno a uno van cayendo hasta quedar solo uno. En la apreciación final, el perro que se mantuvo corriendo tenía una sola cosa que lo diferenciaba de los otros perros: realmente vio lo que perseguía. Ningún grado de dificultad podía disuadirlo porque había visto lo que perseguía. 

El significado de esto es que existe un gran costo asociado a seguir a Jesús. ¡Los discípulos vieron que uno de los suyos vendió al Salvador por 30 piezas de plata! Multitudes llegaban por los milagros que Jesús realizaba, pero muchos se alejaron cuando Jesús aclaró que debían aceptar completamente el sufrimiento para entrar plenamente en la realidad espiritual de su presencia. Imagina cuán solitario debió sentirse. Era un alto costo que pagar y mucho que soportar, pero ellos vieron por sí mismos que Jesús era el Mesías y que en Su presencia tendrían la mejor compañía.

Debido a que he sido testigo de la obra del Evangelio en mi vida y en la de otros, continué avanzando. A pesar del costo del abandono, críticas, y aun dudas sobre mí mismo, estoy motivado a seguir. Cuando veo las palabras de Jesús explicando a Sus discípulos Su solitario camino hacia la cruz, encuentro solaz sabiendo que mi Salvador ha estado allí. Me recuerda que Él recorrió ese camino con perfección, así que no tengo que llevar la presión de hacerlo todo bien. 

Al seguir a Jesús, podemos perder amigos, oportunidades de trabajo e inclusive aspectos de nuestra vida que consideramos esenciales para nuestra existencia. Pero si vemos al Salvador por lo que realmente es Él hallaremos el premio cuando estemos con Él. Dicho de otro modo, veremos lo que significa permanecer comprometidos con Jesús con los 10 dedos de los pies sobre la tierra. 

Oración:  Reflexiona sobre estas palabras de Jesús en Mateo. ¿Has considerado el costo de seguir a Jesús? ¿Has considerado el solitario camino que Jesús soportó para que nosotros tengamos la fuerza y el coraje de imitar su vida? Si no, lee estos versos e imagina sus palabras como una invitación a crecer con Él y encontrar resistencia para el camino. Estas palabras no tienen el propósito de alejarte sino de prepararte para el camino qué hay por delante, mira las promesas que Jesús ofrece a quienes lo seguirán y pide al Señor que te dé fe para confiar en Jesús y caminar con Él a pesar de los obstáculos.