Restauración: Plan bíblico de lujoMuestra

Día 10: Zombi

“Estaba en la oscuridad

Seguro que no podías decirme nada

Estaba en pos de lo carnal

Supongo que era como un zombi

Demonios solían perseguirme

Entonces escuché la voz de Dios

Agradezco que Jesús me llamara"

La vida está llena de cosas que perseguir. Dinero, fama, sexo. Cosas que llenan por un momento pero que nunca darán plenitud. Cuando reflexiono en mi vida pasada y en la búsqueda de esas cosas, me doy cuenta de que era como un zombi. Estaba viviendo para las cosas carnales.

Pero ahí no termina la historia. Dios me llamó, me despertó y me dio un nuevo propósito. Él nos da algo para perseguir que siempre nos llena, siempre satisface, y nunca falla, Él. 

En Romanos 8, la Escritura explica que una mente enfocada en la carne lleva a la muerte, pero una mente enfocada en los deseos del Espiritu, da vida y paz. ¿En qué está enfocada tu mente? ¿Qué es lo que persigues?

Cuando tus pensamientos divagan, ¿permanecen en las cosas del Señor, o se consumen en los números de tu cuenta bancaria, los nuevos zapatos que deseas o lo que la gente opina sobre ti? Dios vino, llevó la carga de nuestra carne pecaminosa y pagó el precio que debíamos por nuestros pecados. Ya no tenemos que estar controlados por la carne, debemos escoger seguir al Espíritu.

Oración: Señor, expón ante mí los deseos de mi carne tal como son, un vacio, y crea en mí el anhelo por las cosas tuyas.