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Conoce a Jesús Y SígueloMuestra

Conoce a Jesús Y Síguelo

DÍA 5 DE 7

Día 5 – La salvación, un proceso en Cristo

 

VERSÍCULOS DE REFERENCIA :

Marcos 10:46-52 RVR1960

46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él, sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo, el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino, mendigando.
47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: —¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!

48 Y muchos lo reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más:

—¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarlo; y llamaron al ciego, diciéndole: —Ten confianza; levántate, te llama.

50 Él entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. 

51 Jesús le preguntó: —¿Qué quieres que te haga? El ciego le dijo: —Maestro, que recobre la vista.

52 Jesús le dijo: —Vete, tu fe te ha salvado. Y enseguida recobró la vista, y seguía a Jesús por el camino.

Filipenses 3:14 RVR1960

14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. 

 

Reflexione :

Ser salvado no es un acto único, es un proceso en el que uno se involucra y que seguimos caminando con Jesús.

Lee Marcos 10:46-52 y Filipenses 3:14 y toma un momento para responder las siguientes preguntas:

➤ ¿Según tu criterio, ¿Por qué crees que este ciego siguió a Jesús en el camino?

➤ En Filipenses 3:14, ¿Qué objetivo quería alcanzar Pablo?

 

La salvación, un proceso en Cristo :

Volvamos al hecho de seguir a Jesús, porque ser salvado no es un hecho único, es un proceso en el cual estamos comprometidos y estamos persiguiendo mientras caminamos con Jesús. Es asombroso ver, cuando leemos los Evangelios que hay muchas personas que conocieron a Jesús y luego regresaron a su antigua vida. Como por ejemplo el joven rico, quien se marchó triste (Mateo 19:22) o incluso, cuando Jesús sano a los diez leprosos solo uno regreso para agradecerte y adorarlo (Lucas 17:15). La salvación se vive día tras día, hora tras hora, minuto a minuto, etc.

Al conocer a Jesús, entramos en una vida de aventuras, plena, sin embargo, necesitamos continuar siguiéndole, es un camino de vida con Dios sabiendo que la recompensa final nos ha sido dada: la vida eterna para vivir con Cristo (Efesios 2:6-7).

Alguien dijo un día que solo hay dos opciones: o Jesús es el Señor de TODO, o Jesús no es el Señor de todo. Y es tan cierto: no podemos andar mitad con Dios y mitad sin Él. No solamente es incómodo, sino que obtendremos el lado equivocado de los dos. Los que viven así, no encuentran su lugar en el mundo, porque sienten que no le pertenecen, pero tampoco se sienten bien en la iglesia, porque se sienten acusados y juzgados. Y muy a menudo no lo son, por el contrario, los otros miembros de la iglesia los aman, pero esa es su impresión, porque ellos no andan completamente con Cristo. Así, ser discípulo de Cristo, es escoger seguirle y abandonar todo lo que obstaculiza nuestra marcha. Eso dijo Jesús cuando habló de tomar nuestra cruz (Marcos 8:24) y el autor de la carta a los hebreos lo dijo de otra manera en Hebreos 12:1-2. Estemos siempre atentos para que nada nos detenga en nuestro caminar con Cristo.

¿Por qué tantas personas, una vez tocados en su cuerpo o sus emociones, no eligen seguir a Jesús? Ellos solo se alegran de lo que Dios ha hecho por ellos, sin querer ir más lejos con Él. Debemos entender que podemos haber conocido a Dios sin que nuestra vida sea completamente transformada por Su poder y Su amor. Dios no quiere simplemente sanar, restaurar o hacer algo diferente en la vida de las personas, Él desea una vida de relación y de proximidad con nosotros y esta intimidad va a ser más profunda en la medida en que nosotros invirtamos regularmente más tiempo para estar con Él. Nunca te conformes con un encuentro con Él o con lo que Él podría darnos, cuando realmente Él desea darnos la vida y la vida en abundancia, ahora, aquí en esta tierra y por la eternidad.

En el texto de arriba, el ciego de Jericó tenía un manto, era toda su riqueza, toda su fortuna, toda su seguridad, era su abrigo para mantenerlo caliente durante las noches y era también la marca de su identidad como mendigo, el único color de su vida sin luz. Cuando se acerca a Jesús, él hizo un gesto significativo, tirando su abrigo. Por tanto, él se deshace de su seguridad pasada, de su identidad de mendigo, para participar en el camino de la fe, demostrando que no quería recuperar la vista para mendigar más eficazmente. Él quería ver cambiar su vida totalmente, para identificar su vida como discípulo de Jesús. El ciego de Jericó tenía algo que perder, pero él sabía que ese abrigo no tenía ningún valor comparado a la vida con Jesús. Esa es la proximidad con Jesús que nos permite las cosas de manera diferente. Para nosotros los que conocemos a Jesús, nada debería compararse con Su vida y Su amor y nada debería evitar que vivamos Su plenitud. Nada es más precioso que Su presencia, como lo declara el rey David, un día con Él es mejor que mil en otro lugar (Salmos 84:10).

Querer sacar provecho de los milagros de Jesús sin seguirlo, es tomar a Jesús por lo que no es. Es creer que es un simple sanador o un profeta o un buen hombre, sin haber recibido la revelación de quien realmente es: el Hijo del Dios viviente, el pan vivo que descendió del cielo y vino a dar Su vida por el mundo.

 

Mi decisión

Lo que comprendí para mi vida personal :

Lo que decido para mi vida, con lo que acabo de aprender :

Lo que tú decides hoy, determina quien serás mañana :

 

Del libro "un disciple en marche" copyright 2018 de Luc Favre, publicado por Vie Victorieuse. Todos los derechos reservados.

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Acerca de este Plan

Conoce a Jesús Y Síguelo

Mucho más que un simple plan de lectura, este es un verdadero desafío para entrar en la vida de un discípulo de Cristo.

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Nos gustaría agradecer a Luc Favre por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://vievictorieuse.org