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Día 4 – Salvación: mente, alma y cuerpo
VERSÍCULOS DE REFERENCIA :
1 Tesalonicenses 5:23 RVR1960
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo— sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Juan 10:10 RVR1960
10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Lucas 5:17-25 RVR1960
17 Aconteció un día que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar.
18 Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él.
19 Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa y por el tejado lo bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús.
20 Al ver él la fe de ellos, le dijo: —Hombre, tus pecados te son perdonados.
21 Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: «¿Quién es este que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?»
22 Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo:
—¿Qué caviláis en vuestros corazones?
23 ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y anda”?
24 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa.
25 Al instante, levantándose en presencia de ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios.
Reflexiones :
La salvación viene de la palabra griega “sozo” que involucra todo nuestro ser, es decir, nuestro espíritu, nuestra alma y nuestro cuerpo.
Lee Tesalonicenses 5:23 y Juan 10:10 y toma un momento para responder las siguientes preguntas:
➤ ¿Qué partes de nuestra vida Jesús vino a salvar, dando su vida en la cruz? Y a tu modo de ver que es lo que la salvación toca en primer lugar: ¿el espíritu, el alma o el cuerpo?
➤ ¿Cuál es la promesa que hace Jesús en Juan 10:10? ¿Qué significa y es para hoy o para siempre?
➤ Lee de nuevo Lucas 5:17-25. ¿En qué versículo vemos que la salvación toca primero su espíritu antes que su alma y su cuerpo? ¿Y cómo se manifiesta la salvación?
Salvación: mente, alma y cuerpo:
Hablemos un poco más sobre la realidad de la salvación, porque es mucho más que la vida eterna, es la vida abundante aquí y ahora. Seguir a Jesús es caminar en la realidad de la salvación y nuestra salvación incluye una dimensión de progresión. En Filipenses 2:12, Pablo nos anima a trabajar en nuestra salvación y en Efesios 2:8 literalmente nos dice que estamos siendo salvados. Para comprender mejor esto tienes que ir al griego (lengua en la que se escribió el nuevo testamento). La salvación viene de la palabra griega “SOZO” que involucra todo nuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo. Jesús no vino a dar su vida únicamente para cambiar nuestras ideas o para darnos una buena conciencia. Él no vino únicamente para darnos la vida eterna: muchos cristianos creen eso y pasan la vida esperando la muerte como una liberación que les permitirá entrar en la eternidad con Dios. Jesús vino a salvarnos totalmente, espíritu, alma y cuerpo (1 Tesalonicenses 5:23) y así darnos la vida en abundancia (1 Juan 10:10). Porque Dios tiene para nosotros una vida de plenitud a todos los niveles, aquí, ahora y para siempre.
La salvación primero se manifiesta en nuestro espíritu, porque ahí es donde nosotros recibiremos su perdón y la seguridad de que Dios nos llama sus hijos e hijas (Romanos 8:16). El Espíritu Santo, la tercera persona de la trinidad viene a despertar nuestro espíritu, que nos permite vivir una relación con Dios y a restaurar la relación que había sido rota por la desobediencia de Adán y Eva. Así nuestro espíritu es la parte más poderosa de nuestras vidas, el que debe dirigir el resto de nuestro ser, porque es por el espíritu que estamos en comunión con Dios. A nivel de nuestra alma, cuando la salvación se manifiesta, nuestros pensamientos se llenan con la mente de Cristo y nuestra voluntad está sujeta a Él. Ya no es nuestra alma quien dirige nuestra vida a través de nuestras emociones o nuestros deseos, es el Espíritu Santo quien nos dirige. Porque nuestra alma está sujeta a nuestro espíritu que está sujeto al Espíritu Santo. Vivir por fe, es vivir de acuerdo a la Palabra de Dios y no según nuestros estados de ánimo, nuestras emociones y nuestros sentimientos.
Cuando se trata de nuestro cuerpo recibimos la sanidad física. La enfermedad no viene de Dios, ninguna enfermedad viene de Él, la enfermedad es el resultado de la caída. La salvación recibida por Jesucristo en la cruz también trae la restauración y la sanidad de nuestro cuerpo. En 1 Pedro 2:24 podemos leer que por sus heridas fuimos sanados. Esto es un hecho, tanto la sanidad recibida en la cruz, como el perdón de nuestros pecados. Entonces en la cruz nosotros obtenemos también la sanidad de nuestro cuerpo. Como dije antes es un progreso, un camino en el cual seguimos a Jesús y Su salvación, su continua manifestación en nuestras vidas. Estamos llamados a perseverar en la fe, seguirlo hasta la plenitud de Su salvación. Así como la salvación toca primeramente nuestro espíritu, esa es la razón por la que al principio de conocer a Jesús nos preguntamos que nos pasa, porque nuestro espíritu despierta y no podemos explicarnos que estamos experimentando. Entonces, la salvación toca nuestra alma y nuestro cuerpo. Y así funciona siempre, lo que quiere decir que la sanidad física que ocurre en nuestro cuerpo comienza por una relación en nuestro espíritu.
Podemos ver, por ejemplo, el caso del paralitico en Lucas 5:24 (RVR1960) al que Jesús dijo: Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa. Y el hombre se paró totalmente sanado. Por tanto, ese paralítico fue sano en su espíritu en el momento en que Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al hombre: Joven, tus pecados son perdonados (Lucas 5:20 NTV). La sanidad física es una consecuencia directa del perdón de sus pecados en su espíritu.
La salvación de Jesús para nosotros concierne a todo nuestro ser… El Espíritu Santo desea verter el fruto de nuestra salvación en nuestra mente, nuestra alama y nuestro cuerpo.
Seguir a Jesús es vivir en dependencia de Él en nuestro espíritu, nuestra alma y nuestro cuerpo. Asegúrate, de vivir en una buena alineación espiritual, es decir, tu espíritu sujeto al Espíritu Santo, tu alma sujeta a tu espíritu y tu cuerpo sujeto a tu alma. Vivir así, hace toda la diferencia.
Mi decisión
Lo que comprendí para mi vida personal :
Lo que decido para mi vida, con lo que acabo de aprender :
Lo que tú decides hoy, determina quien serás mañana :
Del libro "un disciple en marche" copyright 2018 de Luc Favre, publicado por Vie Victorieuse. Todos los derechos reservados.
Acerca de este Plan
Mucho más que un simple plan de lectura, este es un verdadero desafío para entrar en la vida de un discípulo de Cristo.
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Nos gustaría agradecer a Luc Favre por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://vievictorieuse.org