¿Cuánto es suficiente?Muestra

¿Cuánto recibo?

Ayer aprendiste que Jesús quiere que seamos ricos, ¡en buenas obras! Y generosos con los necesitados. Aprendiste que puede ser una forma maravillosa de luchar contra esa mentira llamada codicia y su interminable búsqueda de hacer que tus pilas de cosas sean cada vez más altas.

¿Adivina qué? Este problema es sin duda algo que tendrás que enfrentar desde diferentes direcciones y de diferentes maneras durante el resto de tu vida. Así que pasemos otro día mirándolo.

Hoy echemos un vistazo a una historia de alguien que quedó atrapado en las garras del "¿Cuánto obtengo?" Pregunta. Veamos cómo Leslie conquistó su deseo de "solo un par más... ¡de zapatos!"

Como personas que queremos ser como Jesús, queremos que nuestra generosidad se parezca a la Suya. De forma entusiasta buscamos pequeñas y grandes oportunidades para dar a diario. Si nos enfocamos en aumentar la lista de cosas, se entorpecerá el flujo de nuestra generosidad.

Cuenta lo que ya tienes. La vida es un regalo increíble. Días lluviosos, chistes internos, música a todo volumen, paseos en bicicleta al atardecer, libros, helado, perros, gatos, cada respiro que hacemos. Somos ricos con las bendiciones simples de un Dios Bueno y Amoroso. La verdadera vida es hacer el bien con lo que Dios te da.

Pregúntate: ¿Cómo puedo hacer algo bueno y simple en mi casa, escuela, iglesia, colonia o cualquier otro lugar al que vaya esta semana? ¿Cómo puedo hacer algo más grande?

Desafíate:Mira tu respuesta, ¡y hazlo esta semana! Asegúrate de hacer algo que te haga rico en buenas obras esta misma semana. Nada es demasiado pequeño o demasiado grande cuando se trata de mostrar amor y amabilidad a los demás.

Ora: Dios, gracias por enviar a Jesús. Él me enseña a preguntar: "¿Cuánto necesitas?" En lugar de "¿Cuánto puedo obtener?" ¡Qué increíblemente generoso eres Jesús! Ayúdame a vivir como Tú. En Tu Nombre, amén.